La trágica historia de un escritor

Bebe el sol un sorbo de manzanilla,
mientras las moscas se marchitan
en el desayuno vitamínico
que alguien no terminó de comerlo.

Alguien cuyas piernas afligidas
no llegaron hasta el metro.

Perdió la cita pactada
A las tres, con el amor de su vida.

¡Vaya ironía!

El reloj marca las cinco de la tarde…

Dentro de una oficina
Una mujer de piernas largas,
está refunfuñando
al remedo de murciélago,
( ¿ qué aspecto tendría?)
Quien tanto insistía
en sacarla de la rutina
mediante mimos
y algo de mercancía.
A cambio de besitos
en su pequeña boquita.

-No me importaban sus mimos
me importaba la mercancía-
Lamenta la mujer afligida

El pobre hombre se sienta
en una silla del parque
¡Siempre se olvida del mundo
cuando sostiene una hoja.!


Sara Montaño
Derechos Reservados

 

Muy bello tu poema sara es grato leerte

 

!que preciosa historia! si que si, me a encantado !!!