La última canción de amor

últimamente me lo pregunto. ¿Cuál es la pareja perfecta padre?

Hijo, no existe lo perfecto. Solo busca a la persona que te lleve al centro de tu propio ser.

Palabras de un chamán a su hijo

I

Tsukihime duerme intranquila esa noche. A su lado está Alessandro Costa quien está muy cansado después de buscar durante meses la pista de Dot.

Ella por lo general duerme con la mano enlazada a la de Alessandro. Eso le da seguridad. Pero en esta ocasión se ha soltado y está hecha un ovillo.

En sus sueños puede ver algo difuminado, nebuloso. Se trata de un hombre que camina llevando un caballo. Parece un campesino con ropas limpias y blancas. Tsukihime en el sueño no tiene el cabello negro si no rubio como antes de su trasformación. Sus manos están limpias de marcas. Ella camina hasta un río que fluye cerca de donde está. Puede ver sus ojos que no tienen el punto rojo que los caracteriza por su don de clarividencia. Es como si volviera a ser la misma de antes. Y eso le causa temor.

El hombre la mira mientras está absorta contemplando su imagen en el río y se acerca a ella.

Al estar a un paso le habla - ¿Estás bien? Te noto preocupada mujer lunar.

Ella solo voltea a verlo y nota que trae varios lazos consigo colgando de su hombro izquierdo.

- Tú eres...¿la muerte?

- ¿La muerte? No, me han confundido muchas veces con él, pero no. Yo construyo el enlace entre la gente que va a morir y sus seres más queridos, para que estén protegidos.

Tsukihime no comprende por que está ese sujeto en su sueño.

- Tú has llevado una carga muy pesada Tsukihime. Desde que salvaste a ese muchacho con tu acto de amor el destino te dio el don de clarividencia.

- Has venido a decirme algo, ¿no es así?

- Aquí tus poderes no funcionan. Estamos en la puerta entre la vida y la condena. Nadie puede saber cuando será cruzada. Quiero que veas algo en el río.

El hombre arroja una especie de anzuelo al río con una cuerda muy fina. Después de un rato lo jala y obtiene de él un lazo verde.

- Este lazo ha estado perdido por años. Quiero que busques a la persona que es dueña de él y se lo des.

- ¿Porqué no lo haces en persona?

- Esa persona no puede morir pero tampoco vivir. Está atrapado. Libéralo mujer lunar. Si lo haces te daré la cura a tu maldición. Tú eliges.


Tsukihime quería seguir hablando con él pero en ese instante el sol que ilumina la escena se apaga y se ve una luna roja en el cielo. Después de eso siente como su cuerpo va cambiando nuevamente. Su cabello se torna obscuro, las marcas de sus manos vuelven y ve por un momento una premonición: una mujer llora al lado de una cama de hospital, Y en la cama está un hombre quizás de su misma edad que acaba de despertar.


II

Al día siguiente Blooming despierta en su cuarto dentro de la mansión. No recuerda exactamente como llegó la noche anterior y sentada en una especie de butaca está Francesca Gallo como si estuviese esperando a que despierte.

Ellas no se hablan mucho pero cuando lo hacen pueden platicar de manera fluida. Es como si fueran viejas amigas que se reencuentran después de mucho tiempo. La psicóloga sin embargo en esta ocasión la mira como si le reprochara algo.

- ¿Blooming? De verdad esto que estás haciendo amiga... ¡Me preocupas! ¿Recuerdas qué pasó anoche?

La dueña, ama y señora de la mansión se estira bostezando y se levanta de un salto. Solo así se da cuenta de que trae puesta una playera larga con la leyenda "Breaking hearts" en lugar de su camisón favorito para dormir.

- ¿Qué es esto?

- Ya veo... no lo recuerdas... - dice Francesca mientras se levanta para mostrarle su celular. - grabé algo de lo que pasó anoche...

Pone un video de quizás una media hora de duración. Mientras Blooming lo ve no se reconoce. Está hablando en italiano en lugar de hacerlo en inglés británico. Está ebria y baila con una persona imaginaria, también bebe con él. Cuando Freckles se acerca a ella para tratar de llevarla a su cuarto Blooming lo agarra del hombro y le sirve varias copas.

Freckles intenta entonces cargarla y es donde se pone el asunto más raro.

Blooming abraza a Freckles mientras llora. Le reclama que la deje en paz, que quiere olvidarlo, y menciona el nombre de Alejandro.

Después de eso pasa al inglés británico y se enfurece. Patea a Freckles quien cae. Alessandro tiene que intervenir y se la lleva a su cuarto mientras Blooming intenta golpearlo con los puños cerrados. Al final la dejan encerrada con Francesca quien trata de calmarla.

Al terminar de reproducirse el video Francesca abraza a Blooming quien está como intranquila después de verlo.

- ¿Estás bien Blooming? ¿Porqué te pusiste así? Nos preocupas. Quizás ya no está Dot pero creo que somos como una familia.

- Frances, yo.... no sé.. - comienza a llorar - es que...lo extraño..

- ¿A quién?

- Pero él no puede regresar. Me hago ilusiones de que volverá y no lo hace... Nunca lo hace--- Lo amo... quiero verlo..

- Desahógate Blooming. Aquí estoy yo para ti,

- Frances.. nadie puede ayudarlo. Ni yo con todo este dinero, ni Dot con su máquina, nadie.. Solo quiero verlo.

- ¿él es .... Alejandro?

- Si... Alejandro... Mi único y verdadero amor...



III

Tsukihime ha despertado y está contemplando el rostro de Silver. Sonríe mientras pasa la mano alrededor de su cabello enmarañado y su mentón.

Silver sigue durmiendo. Está realmente cansado. Un día antes cuando estaba Blooming en estado inconveniente fue despertado para que la llevara a su cuarto. Entre sueños Silver pronuncia el verdadero nombre de Tsukihime: Karol.

Ella no puede evitar enternecerse con ello. Le toma la mano enlazándola con la suya. No quiere tener premoniciones en este instante, solo quiere contemplarlo.

Recuerda cuando lo conoció y como ellos parecían sentir incomodidad al verse. Ella sabía que iba a enamorarse de él pero aún así al verlo le causaba una sensación de rechazo. Era una persona muy impulsiva, aunque valiente y quizás un tanto astuto. En cambio Silver se mostraba indiferente y en una ocasión ni siquiera la veía a los ojos cuando estaban hablando de Francesca Gallo.

Tsukihime notaba cierta afinidad entre Silver y Francesca pero no veía algo más, Eso le causaba curiosidad por que siempre los encontraba hablando en voz baja acerca de planes y decisiones. Después de todo fueron los primeros en conocer a Dot.

Todo quizás hubiera seguido así hasta que un día Tsukihime salió de la mansión y paseaba en la noche mirando un espacio en el jardín lleno de rosas, Ella las veía y les hablaba como si se trataran de personas, Las iba nombrando y las acariciaba permitiéndose no tener esa aura de misterio que siempre la envuelve.

Comenzó a cantar, algo que no hacía hace mucho tiempo con una voz clara aunque débil a la luz de la luna. Fue interrumpida por un estornudo. Ahí detrás de una pared de arbustos estaba una banca y acostado en la banca estaba Silver con la cara tapada con una pequeña manta.

Tsukihime se le acercó sin hablarle y al sentarse en la misma banca Silver comenzó a hablar.

- No cantas mal. Continúa...

- ¿Qué haces aquí Silver?

- No podía dormir. A veces me pasa, tengo insomnio, sueño con alguien y despierto. Aquí afuera me relajo más.

- ¿Es una mujer?

- Lo olvidaba... Eres una especie de hechicera.. Si, una mujer. No puedo olvidarla...

- Es natural. Se quisieron mucho. ¿No crees que está en un lugar mejor?

- Si, en un lugar mejor... Pero yo no... Yo... no sé como olvidarla...

- Alma... - dice Tsukihime sin más y Silver se voltea a un lado como si se sintiera incómodo.

- Si, se llamaba Alma. -

- Lo siento, No quería incomodarte, Es solo que este don a veces no lo puedo controlar...

- No me molestas Tsukihime. Bueno quizás un poco tu acento.... pero nada más.

- ¿No te importan las marcas en mis manos?

- Ja... para nada. Tu... vestimenta me dice cosas raras ¿sabes? En donde crecí vestir de negro y con vestido así es señal de luto... de tristeza. ¿tú.... ahmm... has perdido a alguien?

- Si,,,

- Ahora entiendo.. padecemos de lo mismo. Tenemos nostalgia por alguien... - Silver alargó la mano - ¡Dame tu mano!

Tsukihime no supo como reaccionar pero confío. Después de un rato tomó la mano ofrecida

Silver notó que su temperatura era fría mientras que él parecía siempre tener la piel tibia. Al contacto sus manos se regulaban. - Tsukihime, tú estás sola y yo estoy solo. No digamos nada, solo quedémonos aquí a escuchar la noche. Si quieres cantar hazlo, me gustó como lo hiciste. Veamos si juntos podemos hacernos dormir.

Y así estuvieron un largo rato esa noche sin decirse una palabra hasta que los venció el sueño.

 

IV

Francesca aún está abrazando a Blooming quien no ha dejado de llorar.

Blooming quien siempre se había mostrado frívola y coqueta con los hombres, competitiva y algo burlona con las mujeres ahora se había quebrado. Su imagen no era la misma, pues estaba llorando como si quisiera expresar algo que se guardaba muy dentro por mucho tiempo.

Francesca notó que estaba empezando a calmarse. La llevó a la cama pare sentarla, le extendió un pañuelo y le habló a Iván por celular - Si, está bien. Quiero platicar con ella, no te preocupes amor. Está sensible pero bien. - Colgó

Después se sentó junto a ella y comenzó a hablar:

- Johana...

- Si.. - dijo ella sollozando aún

- ¿Quieres hablar de Alejandro?

Blooming se limpió las lágrimas. Quería dejar de llorar pero se dio cuenta en ese momento que no podía. Tenía un sentimiento en el pecho que no podía controlar.

Francesca identificó en ella la sinceridad. Se estaba despojando de toda su máscara, una que se había inventado para guardar el dolor que ahora expresaba.

- Alejandro, ¿dónde está?

Blooming juntó las manos y comenzó a hablar sin voltear a ver a Francesca - En un hospital. Está en coma...

- ¿Desde cuándo?

- Tres, cinco, diez años... no lo recuerdo..- esa afirmación parecía genuina. Ese era un síntoma de despersonalización.

- Cuando dices que lo amas... ¿sientes algo como la primera vez que se lo dijiste?

Blooming volvió a ser por un instante la mujer fría - ¡No me hables como psicóloga Frances!

- Johana,,,, solo quiero saber... es decir, ¿los hombres que traes a la mansión qué son para ti?

- Un juego, una distracción. Me gusta seducirlos, ver como caen como mosquitas ridiculas... Yo.. que siempre me aproveché de los sentimientos nobles de los demás. La bondad, la ternura, el amor... Y después vino él y me enseñó que también puedo sentirlo. Yo que siempre me burlé de eso y al final terminé sintiendo algo profundo por .. amor. Me siento engañada Frances. Si lo amaba, ¿por qué se fue?

- No se fue por su voluntad Johana. - La tomó de las manos y se arrodilló para tratar de verla a los ojos. - la pregunta ahora es.... ¿si Alejandro despierta lo amarás de la misma forma?

Eso era algo que no había pasado por su cabeza. Lo veía como un recuerdo lejano, algo que le pasó a alguien más, no a ella. Blooming ahora había vuelto a ser la niña perdida, la ladrona que se aprovechaba de los demás aunque ahora no obtenía dinero o lujos... estaba llenando un vacío.

Frances no esperaba una respuesta. La obligó a verla a los ojos buscando su mirada. - Sabía que eras algo más que una persona que se exhibe Johana. Lo supe por que a veces te permites ser tierna y noble con nosotros, pero con los hombres que traes eres diferente.

Blooming finalmente la ve a los ojos y habla con algo de tristeza - Frances, ayúdame. No soy solo un escaparate, una bonita figura, un trofeo. Él me enseñó que soy algo más,,, Quiero ser algo más,,,

Francesca Gallo supo entonces que estaba lista para el siguiente paso. - Hagámoslo Johana.

- ¿Qué cosa Frances?

- Mostrarle al mundo que eres más que un escaparate, un trofeo... eres una mujer. Vamos a ver a Alejandro,,,


V

Silver se ha despertado.

Encuentra la mirada de Tsukihime ensoñada viéndolo. Le roba un beso corto y sincero.

- ¡Buenos días mi princesa gótica!

- ¡Silver!

- ¿Te molesta que te llame así?

- Un poco... Pero suena bien con tu acento italiano..

- Y con tu acento británico me enloqueces...

- ¿Silver? - dice Tsukihime como si fuera a hacer una travesura

- ¿Qué pasa?

- ¿Te,,, gustaría aunque cambie?

- ¿Eh? ¿Aunque cambies? Por supuesto. Aunque seamos unos viejitos con bastón y todo,, - bromea Silver mientras hace un gesto como si no tuviera dientes y necesitara lentes.

- No... ¡Silver! Es decir, si... mis marcas desparecieran y mi cabello volviera a ser rubio.

Silver se llevó las manos a la cabeza como si acabara de descubrir algo. Estaba bromeando - ¿Quieres decir volver a verte como una princesa de cuento? ¿Cómo en la foto que una vez me mostraste?

- Así, como antes de la maldición...

Silver se acercó para besarla nuevamente y abrazarla - Estaría contigo eternamente, aún si cambiaras y tuviera que buscarte entre la gente. Además... tu acento sexy y misterioso te delataría Tsukihime...

Ella sonrió al ver la seguridad con la que se expresaba Silver.

- Silver... la maldición se va a romper.

- ¿Qué? ahmm.. supongo que ya lo viste en una premonición.

- Así es.... ahora abrázame... Hoy no quiero subir a desayunar.



VI

Nicoletta llevaba en su bolso una cajita de vidrio y dentro de ella una mariposa disecada. Ese era de los objetos que más apreciaba Alejandro cuando era adolescente. Se trataba de una mariposa con alas azules y que atrapó cerca de su casa.

La madre de Alejandro entró al hospital para ver a su hijo quien llevaba siete años en ese estado. Los doctores comenzaban a recomendar una solución no muy agradable pero quizás más piadosa. Esa no era una forma de vivir, decían. Lo mejor era dejarlo descansar en paz.

Ella quería creer en Alejandro, en su vitalidad, sus deseos de vivir. Sin embargo tenía que aceptarlo. Las probabilidades de que despertara iban decreciendo conforme avanzaba el tiempo. También había otro inconveniente. Los doctores no aseguraban que regresara con sus capacidades intactas y su psique tampoco.

Nicoletta ingresó al área de camas comunes y en la parte más alejada de la puerta estaba su hijo. Parecía estar dormido.

- ¿Cuándo Alejandro.... cuándo? ¿Qué debo hacer contigo mi niño?

Un hombre con bata de enfermero se acercó a ella.

- ¡Buenos días! Señora, voy a revisar los signos vitales y hacer un chequeo general.

- Si, adelante - dijo Nicoletta mientras se apartó un poco de la cama donde yacía Alejandro.

- Es un muchacho fuerte, ¿cuánto lleva su paciente así?

- Siete años ya, casi ocho.

- Lo siento.

- Gracias,

El enfermero sin embargo traía una especie de block donde apuntaba cosas mientras veía los monitores y la ficha pegada a los pies de la cama.

- Alejandro... hmm.. bueno, eso es todo. Muchas gracias señora-

El hombre avanzó, Salió por la puerta de las camas generales, luego pasó por las puertas de cristal hacia la recepción. Ahí habló por celular.

- Hola... Hola.. Si.... Don Dimitri. Lo encontré. Es Alejandro. Si. Está en coma.

- Tssssss.... ¡Maldición! ¡Tres años, tres estúpidos años echados a la basura carajo! Quiero verlo sufrir como el insecto que es. Ahhh... - dice la persona del otro lado de la línea con coraje y fastidio - ¿Sabes qué? Regresa. Olvidémonos ya de ese insecto. Lo más probable es que nunca despierte y por mi mejor. Johana es intocable ahora por la protección de Dolorum Humanitas. ¡Carajo! Nunca pude vengarme de esa pareja. Ahh... ¡Se acabó! No más. Regresa. Hay un asunto que me trae loco desde ayer.

Cuelga.

Mientras tanto Nicoletta acaricia la frente de su hijo. Ha tomado una decisión. La más difícil. Piensa desconectar a Alejandro en tan solo tres días.

 

VII

Tsukihime ha salido a la calle después de despedirse de Silver. Quiere ir sola. Por alguna razón necesita un tiempo a solas. Se ha acostumbrado tanto a tener visiones del futuro que ahora no sabe si quiere dejarlo atrás. Su semblante serio pero con un aire misterioso como apacible le confiere un aura semejante a una estatua de mármol a punto de moverse.

Sigue su instinto caminando por aquellas calles. Toma un autobús y sube al segundo nivel. Mira a través de las ventanas el ir y venir de la gente en esa ciudad. Recuerda cuando era una niña mimada, una hija de papá consentida y sin aspiraciones personales. Sin preocupaciones de ningún tipo. Tal vez iba a volver a verse como antes pero muchas cosas en su fuero interno habían cambiado desde entonces.

Su padre seguía en la cárcel. A veces lo visitaba con una peluca puesta y las manos tapadas con unos guantes. Trataba de mostrarse como la niña consentida de entonces aunque le costaba un poco de trabajo. Sabía que su padre necesitaba de esas visitas para no caer en depresión. Aunque él se merecía todo eso no dejaba de ser su padre. Con el que jugaba de niña y el mismo que le había dado todo lo que podía, menos su tiempo.

No fue fácil para ella aceptar los errores de su padre. Eso mismo le había traído la maldición o el don de clarividencia. Sufrir a causa de ello la había hecho madurar o quizás la obligó a ver el mundo de forma totalmente diferente. Silver fue quien le dijo que la familia es siempre la familia, no importa si tu hermano o tu padre es alguien deshonesto, a la familia siempre se le apoya por que de eso se trata una familia. De apoyar aunque estén en situaciones reprobables.

Para Tsukihime la gente era tan extraña y diferente ahora. Trataba de no verlos directamente a los ojos tan seguido por el temor a ver alguna premonición de manera accidental, lo cual le pasó muy seguido al principio. Después aprendió a controlarlo al menos de pausarlo por instantes. Si volvía a ser la de antes no necesitaría cuidarse de ello. Quizás la aparición de ese sueño indicaba algo más.

Así iba en el autobús pensando en ello cuando una mujer mayor con un bolso color naranja se sentó a un lado de ella. Tsukihime sintió que algo se cayó del bolso y lo tomó. Era una caja de vidrio pequeña con una mariposa de alas azules disecada.

Al tomar la caja entres sus dedos no pudo detener la visión que se apareció ante sus ojos. Se los tapó casi de manera instintiva,

Vio a esa señora caminando por el pasillo de un hospital, la cama con un paciente conectado a monitores y un doctor firmando una hoja mientras decía - Tres días..

Tsukihime sintió como se desvanecía en su asiento mientras repetía el nombre - Alejandro.



VIII

Blooming estaba nerviosa. Muy nerviosa.

No se decidía entre un maquillaje u otro. Una falda o un vestido. Unas botas o unos zapatos de tacón alto.

Quería verse bonita. O sentirse bonita.

Francesca se dio cuenta de ello y sonrió. Sabía que significaba eso. Una relación aún está encendida si hay amor y libido. Amor en el sentido de compromiso establecido entre dos personas por admiración y respeto mutuo. Libido por la necesidad de despertar en el otro esa admiración, respeto y además deseo.

Iban a ver a Alejandro al hospital pero al parecer para Blooming era algo importante. Se puso lo más coqueta posible y usó un perfume suave y sutil.

Cuando terminaron de alistarse salieron de la mansión en el coche de Blooming. Iban hablando de cosas inconexas como tratando de matar el tiempo.

- Frances, ¿qué harán tú e Iván ahora que Dot no está?

- Queremos cuidar de Aleksis. Esa adolescente se parece mucho a Dot. Cuando la conocí lo pensé de manera inmediata.

- ¿Seguirán oponiéndose a Dolorum Humanitas?

- Ahhh - suspiró Francesca - Aleksis quiere ser como Dot. Esa niña aún es más irreflexiva que Dot, Iván quiere enseñarle algo de ética. Ese Ímpetu, esa fuerza, sus habilidades técnicas y su necesidad de buscar la justicia la llevarán un día a oponerse a Dolorum Humanitas.

- Fuuuu, entonces debo prepararme para eso, Sin protección voy a terminar rodeada de enemigos.

- Johana, para eso falta mucho tiempo.

- ¿Tsukihime ha dicho algo?

- Si ha visto algo no lo ha mencionado.

Blooming dio la vuelta en una glorieta y después entró al estacionamiento del hospital. Se empezó a poner nerviosa. Al estacionarse sacó un lápiz labial para retocarse y le preguntó varias veces a Francesca como se veía.

- Te ves bien Johana. Vamos. Preséntame a ese hombre, me da curiosidad.

Caminaron hasta la recepción donde una enfermera les indicó que esperaran. Había alguien adentro visitando al paciente. Blooming hizo el comentario - Debe ser su madre. La última vez la vi de lejos. Ella no me conoce.

- Señorita, no es su madre. Era una mujer con vestido negro y dijo conocerlo de su juventud y que le traía un regalo. Una cajita con una mariposa disecada.

Blooming sintió celos. Unos celos completamente irracionales. - Ahora mismo voy a ver quien es... - La enfermera no la siguió por que en ese momento recibió varias llamadas al mismo tiempo y comenzaron a entrar muchos camilleros y enfermeras por la puerta de emergencia.

Francesca la siguió también. Corrieron por el pasillo. Blooming iba con los puños cerrados.

Al llegar a la cama de Alejandro ahí estaba una mujer de vestido negro con la piel blanca como porcelana.

Era una sensación extraña. Lucía tan familiar para ellas. Podían jurar que era Tsukihime solo que esta mujer tenía el cabello rubio y no tenía marcas en las manos.


IX

Alejandro estaba teniendo un sueño. En él estaba atorado a un árbol con el lazo verde sobre el cuello. No podía moverse.

Entonces cerca de ahí vio al hombre jalando su caballo, el mismo que vio muchos años atrás. El hombre lo miró de reojo y siguió su camino. Después vio a una mujer con la piel blanca, casi transparente con un vestido negro y el cabello aún más obscuro.

Ella se acercó hasta él

- Alejandro.. no existen las casualidades bajo este sol o esta luna roja que nos gobierna más allá de las leyes de los hombres.

- ¿Quién eres? ¿Puedes liberarme?

- Alguien te espera más allá de este sueño. Sé libre. - Y acto seguido tomó una daga brillante de plata y con ella cortó el lazo que lo sujetaba. Después detrás de ella apareció el hombre con su caballo.

- Mujer lunar. Has hecho lo que no podía hacer con mis manos. Hecho está. Menciona el nombre de la persona que quieres proteger más allá de las leyes de causa y efecto pues te lo has ganado.

Tsukihime suspiró y vio al hombre con su sombrero de ala ancha. - Alessandro Costa....

El hombre entonces tomó un lazo blanco y se lo dio en las manos. a la mujer quien al contacto comenzó a cambiar. Las marcas en sus manos se iban desdibujando mientras el color de su cabello cambió. Sus ojos también, los cuales tenían un brillo rojo.



X

Tsukihime volteó a ver a Francesca y Blooming.

Después sonrió y alzó la mano derecha haciendo el gesto de un saludo lejano. Le pidió a Blooming que se acercara.

Blooming al acercarse notó algo diferente. Tsukihime le tomó la manó y se la llevó al pecho de Alejandro quien estaba respirando más rápido ahora,

Alejandro despertó. Pausadamente mientras tomó la mano de Blooming con dificultad. A través de la máscara de oxígeno no se entendía lo que trataba de decir.

Blooming soltó a llorar. Ahí estaba él..

Ahí estaba ella.

Es como si el universo se detuviera por un instante. Era recordar muchas cosas y al mismo tiempo recuperar la fe y la esperanza.

Alejandro apretó la mano de Blooming. Cuando llegó una enfermera y le quitó la mascarilla les pidieron salir mientras lo examinaban

Solo alcanzaron a escuchar a Alejandro decir - Blooming, te amo....

 

XI

Al día siguiente Blooming no solo se arregló lo mejor posible. También llevó consigo un libro de fotos y recortes de periódicos. Quería recuperar el largo tiempo perdido.

Francesca le recomendó ser paciente con él debido a que se había perdido siete años en una bruma, una cortina. Seguramente se haría muchas preguntas del mundo pero sobre todo se haría preguntas acerca de ella.

Y así fue.

Una vez juntos, Alejandro la veía como antes. Fluían las palabras, pero al parecer él tenía dudas.

Alejandro le habló mirando sus ojos como buscando algo - Blooming. Yo... no sé... ¿cómo esperaste tanto?

Blooming se sintió avergonzada - No lo hice. Había perdido la esperanza Alejandro. Creo que al final tú resultaste más valiente que yo,,,

- Ah... ¿qué quieres decir con eso?.... ¿te casaste? ¿tienes hijos? espera. espera ¿sigues siendo una ladrona trabajando para Jack?

Blooming sonrió y le tomó la mano a Alejandro - No.. amor... cielo... no... Lo logramos. Jugué el Ludum Vanitas. Soy libre. Vivo en una mansión que compré con el dinero que acumulé por años. Pero si tengo una familia.

Alejandro la interrumpió. Hablaba tan rápido ahora que era difícil detenerlo - Lo sabía... debes de tener un esposo, hijos, hiciste una vida. Amigos, sueños, todo eso que soñábamos lo hiciste al fin. Por favor Blooming... sé feliz. Eso es lo único que quiero, lo que siempre quise para ti, Aún te amo..

Blooming no pudo contenerse. Lo calló con un beso mientras lo abrazaba efusivamente. Al separarse esperaba ver su cara confundida y así fue.

- Mi familia.... quiero decir la familia que me encontró no es un esposo e hijos. Son unos tontos como tú Alejandro, buscando justicia en este mundo. Ya no conociste a Dot pero seguramente te llevarías bien con ella.

- ¿Dot? Por alguna extraña razón me suena ese nombre. ¿Quieres decir que aún podemos..? No ..no espera.. ¿Podemos recomenzar donde lo dejamos?

Blooming no lo entendió a la primera. ¿En qué se habían quedado?

- ¿Dejamos algo inconcluso?

Alejandro tomó la mano de Blooming - Aún no tengo fuerzas Johana Maria Madeleine...si pudiera me arrodillaría

Entonces Blooming lo comprendió. Se llevó la otra mano a la boca mientras sollozaba de felicidad.

- ¿Quieres casarte conmigo?

- Acabo de enamorarme de ti por segunda vez Alejandro... ... La respuesta siempre ha sido sí.


XII

Tsukihime y Silver pasean en la mansión. Ella se ve tan diferente ahora.

Silver no puede acostumbrarse del todo a verla con su imagen de princesa de cuento. A sus modos crípticos y a su tono de voz algo monocorde.

Sin embargo no la soltaba. él buscaba en sus ojos a la misma Tsukihime misteriosa y llena de algo que le atraía. Algo más allá del aspecto físico.

Tsukihime se dio cuenta de como la miraba ahora. En esos momentos simplemente lo dejaba contemplarla y le sonreía.

- Tsukihime, ¿cómo soportaste por tanto tiempo tu don?

- Pude hacerlo Silver, casi me doy por vencida. Hasta que tuve la visión del juego de Ludum Vanitas

- ¿Quieres seguir con esta familia de locos que hemos formado en esta mansión?

- No necesito una visión para saber que tú te mueres de ganas de vivir nuevas aventuras ahora con Aleksis...

- Ja.... me conoces Tsukihime. Pero ... antes vámonos tu y yo a conocer otros lugares. Vámonos Tsukihime. Quiero mostrarte el lugar donde crecí, donde hice mis primeros casos resueltos... ¿Quieres?

- Contigo a donde quieras Silver..

 

Aquí yo

Ha salido un relato corto, más de lo acostumbrado. Es el fin del ciclo de relatos acerca de Blooming. Me despido de este personaje que - no voy a negarlo - me caló profundamente. Me trae muchos recuerdos y quizás por ello no pude dejar de escribir por dos semanas... me siento raro al terminarlo.

¿Cómo me la imagino? Bueno creo que no es un misterio XD siempre me basé en ella físicamente en Paty Cantú, su nombre es una derivación de la cantante del grupo Épica pero su psicología pertenece a otra persona muy diferente.

Muchas gracias por leer estas aventuras. Nos estamos leyendo

 

Es interesante que estés en el relato. Nunca habías sido el personaje principal. bien por ti.

 

Ludum Vanitas , Silverdragon 1919, MUNDOPOESIA.

 

XD Cometí el error de nombrar dos personajes muy parecido: Alessandro Costa, el expolicía cibernético que busca a Dot en México :-O y después se convierte en su mejor amigo. Y por otro lado Alejandro, el muchacho enamorado de Blooming, la pequeña de un barrio olvidado... waaa...

No pensaba que se fueran a encontrar en el futuro, uno como pareja de Tsukihime y el otro de Blooming y por ello tuve que usar el sobrenombre que le di a Alejandro para que no se confundieran. (mientras escribía a veces no sabía si hablaba de uno o de otro). Sobrenombre que por cierto es el mío.. que pena...

Si algún día escribo acerca de Aleksis también tendré que hablar de Alessandro Costa o Silver, por que me lo imagino como parte central de las historias.... no sé... a lo mejor es por que es el tipo de persona que le gusta meterse en problemas XD

Un saludo y un abrazo amiga poeta

Excelente semana para ti

 

O sea que ya toda América y España de costa a costo tienen que enterarse de que tu en realidad no escribiste sobre ti mismo, ,
yo ya no recuerdo la parte de Aleksis, te conviene incluir en la saga una síntesis, no sé si se usa en Star Wars cuando ya iban por la Guerra de los Clones parecía que la flota imperial era la nueva república, bueno no, pero casi. Saludos Silver, un abrazo ciberamigo.

 

Lo leí ayer.
Hoy que leo los comentarios, me doy cuenta de porqué no acababa de ubicarme en la historia, en los saltos de los personajes, claro, que ya era un cierre, su final.
Me decía que era más propia de audiovisuales, de cómics, no sé...
Eso sí, la soltura narrativa e imaginación hizo grata la lectura, silveriddragon.
Saludos

 

¡Hola que tal!

Muchas gracias por el comentario Me anima a seguir escribiendo aunque sea por ratos. :-D

Sip, es una serie de relatos donde describo a un personaje: Blooming. El primero es Lazos rotos, donde ella adquiere su sobrenombre. Después Sombrero Negro, aunque ella no es la protagonista, si describe una situación que tiene que ver con el tercer relato. Ludum Vanitas es un cuento que pertenece a la historia de Blooming y de Dot Hacker. Ahí Blooming se libera de una carga de su pasado aunque eso dispara otros eventos que afectan a Dot. Después sigue TecnoSphere. Aquí describí la vida de Blooming después de Ludum Vanitas y como ella encuentra una familia disfuncional Y este es el último.

Lazos Rotos es el primer relato en la línea de tiempo de Blooming pero realmente ella aparece por primera vez en mi imaginación en Ludum Vanitas. Ahí la describía como una mujer fría y manipuladora. Pero no sé.... no quise dejarla así. Quería que fuera más profunda su historia y que tuviera un motivo más allá del dinero. Al hacerlo también me di cuenta de que Blooming representa a alguien de mi propio pasado y que me gustaría que esté bien donde quiera que esté.

Bueno ya me extendí XD

Un saludo cordial

 

Si lo sabe Dios... XD

Creo que tienes razón amiga Desiré... es que esto ha crecido tanto.... Ya voy en el relato 14 y todos están enlazados. Por eso también me plantee dejar de hacerla crecer por un tiempo. Voy a escribir un relato en el que se haga una recopilación de todo.... todo... todo... hasta de por que aparece Sombrero Negro y está relacionado con esta historia.

En lo personal creo que mis relatos favoritos son Francia (aquí escribo un poco sobre mi), Sweet Sleep, Lazos Rotos (por supuesto), y un Mundo de Fantasía. Los demás se fueron dando solos pero estos tienen un lugar especial en mi memoria.

Bueno ya me tengo que ir a trabajar. :-D Una excelente semana para ti

Saludos y un abrazo de vuelta

 

eEntonces va a ser necesario un Palacio Mental de Magnussen DE SHERLOC HOLMES, recuerdo haber leído Francia, pero habían cosas realmente inquietantes en él, por eso dejaba de leerlo, por cierto algunas cosas eran perturbadoras. Lo mejor de todo fué que llegó la pandemia y el confinamiento algo después para acabar de una vez por todas con lo que se parecía a la realidad, por supuesto no tu novela, esa es tu realidad, por cierto ahora todo es diferente, venden strudel, lo que me confirma que la época murió y bien muerta. Menos mal. Naaaa, es solo que ya sumadas todas las demencias elevadas al cubo si era necesario el fin. Super semana para ti también.