La Última musa

Viajo entre la ceguera inoportuna del amor
vivo la tempestad de un baño de rosas
en el lecho de tu corazón, no encuentro reposo
tus ojos náufragos encuentran puerto en los míos.


Dulce canto de sirena como olas de mar
tu hechizo lisonjero de un paisaje perdido
me devuelve el hálito de vida mientras tanto
la diurna marea se lleva tu recuerdo.


Palabra muerta de letras henchidas
dejas plasmada tu huella, sobre el dintel de la alborada
voz sin sonido, que grita la historia de un amor
perdido en la encrucijada de un soliloquio


Ave sin nido que vuelas el ocaso
con olímpico esfuerzo, y no vuelves
pues conquistaste la cima como flama
que sube al firmamento.


Te haces presente en onírico viaje
y excitas el último suspiro de una pasión
y te difuminas entre imágenes, entre sombras,
entre arquetipos inertes y amorfos.


Lozana pantomima de marionetas
sin hilos, cual lenguaje sublime y seductor
te postras altiva, sin recato descubres el sortilegio
de la existencia perenne de un párvulo romance



Dibujando siluetas describo tu cuerpo
con trazos curvilíneos que se extienden al infinito,
me detengo en la geografía montañosa
de tu ser, percibo el éxtasis que producen mis trazos.


Siento como se crispa tu epidermis,
a cada movimiento de mis falanges
estallo en un concierto de lujuria
a cada exclamación de tu boca



Inerte cuerpo sin vida, sin aliento
claro de luna infinitesimal.
llama de mi corazón me dejas sin hablar.
¿Dónde te puedo encontrar?

 

Muy bueno tu poema...Te estrello...