La última paciencia de los dioses.

Ese nuevo roto del lunar
esa nueva paciencia del jinete
que explora denuncias del terso
candor del útero, haciéndose preguntas.
Con merecidas trompas de lirios
rezumando el polen néctar , tú inmisericorde puñal del viento,
naciste en púrpura profunda cabalgando dimensiones del éter, plumaje de abril caduco.
Señas de rabiosa voluntad, primarios descensos atravesando los últimos puentes
radiologías del mimbre soñador, un elenco de flores estrelladas en papiros noche.
Abrevia pendular la familia
que anuncia recodos del camino
entre sollozos del múltiple amanecer anacrónico, siempre trae futuro, tu nombre, aunque en su vientre vigile un centinela
la ceniza preñada de sino.
Revivirá como fénix la última paciencia de los dioses.





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