La ventana del hombre viudo

Se desprende la luz de tu ventana hasta mi cortina,
Hay un pasillo de viento entre los reflejos de nuestras casas,
En donde puedo mirar como se aleja tu sueño al cielo cubierto,
Como esperando ser invocado por la saliva de su garganta.

Y te acuestas cada noche en esa pieza glacial,
Acorralado por esas paredes desmemoriadas,
Con tu mano sentada en esas sabanas pálidas,
Sin calor,
Sin destreza,
Sin latido,
Esperando imposible la llegada de ella…

Me detengo a mirarte sin tocarte la mirada,
¡Como me gustaría detenerme en la angustia de cada ser que vive!
Pero no puedo jugar a ser Dios amigo mío,
Y simplemente caigo donde mi alma me llama.

Te veo desde el espejo observando tus cabellos secos,
Como si fueran hilo de tiempo gastado,
Como si fueran cuerda de guitarra descascarada,
Guardando dentro de su color extinto,
Miles de notas de canciones,
Miles de risas y gemidos,
Acordes de alegría y de tonada…

Te acuestas en esa casa petrificada cada vez que las estrellas despiertan…
Puedo sentirte recorriendo los pasillos congelados,
Puedo sentirte con el eco de las tuberías,
En el silencio del baño y el agua…

Pero cuando al fin apagas la luz de tu ventana,
Y yo lo veo desde la mía,
Me pongo contento…

Por que se que vas de sueño en barco cristalino,
En donde esta ella y los de siempre,
En donde ya no hay soledad con descocidas.

Pero abrirás tus ojos mañana, otra vez triste,
Besado por los labios muertos de esa casa,
Sin la presencia de ella encarecida.

Y se hará de noche…
Y al mirar por mi ventana antes de acostarme,
Me despedirá el tintineo de tu luz agotándose,
Me volveré de mármol sin saludarte,
Volare como el gavilán hasta mi sueño…

Y ahí nos encontraremos por primera vez de frente,
Con todos los que existieron,
Y los que nadie…

Con la mano de tu esposa,
Y los que amaste…

Con todos los que esperas,
Y que dejaste…
​

 

desolador momento
que nos comparte
en sus rutilantes letras,
abrazos a la distancia

Denn