La verdadera felicidad.

Aun recuerdo aquel día en el cual te vì por primera vez,
parecías un lucero en la inmensa oscuridad
de una noche sin estrellas.

Recuerdo mi temor a hablarte y mis deseos de tocarte.
Cuando tuve el valor suficiente para acercarme,
me tomaste de la mano y preguntaste; bailamos?

Qué tiempos aquellos
y cuantos veranos desde entonces hemos pasado,
más sin embargo sigues provocando
la misma reacción en mi interior;
sentir que al ver tus hermosos ojos
puedo ver todo el universo, sentir como mi corazón
tiembla de emoción al acercarte.

Es cierto, esto es amor.
La razón por la cual rodamos de aquí para allá,
la razón de toda nuestra existencia,
la verdadera felicidad;
la cual no es tener un auto nuevo,
ni mucho dinero, es estar con aquel ser
con el cual no se necesita nada más.​

 

Amigo leo tu poesia y en ella reflejas la belleza de tu alma y de tu dulce corazón, encantada de leerte, cuidate, besitos, con cariño, Anamar.

 

gracias anamar.