La vida del viento.

Ay...¿quién oye al viento?
que entre musgos y rosales
sus timbales dan pedales
hacia el puerto.

Ya zarpó.
Exilió su voz ahumada
y asustada
su patera se quedó...
Combatió la noche entera
el carruaje de madera
que crujió...
Remolino hizo del vino
hacia su boca.
En una roca
se aplastó su corazón.

Ahora tiene por escudo
dos jarrones y un embudo.
Un embudo para amores
y jarrones por las flores
que se mueren ya de luto
por lo que haber sido pudo.

Con sandalias pisa charcos
y entre fiascos baila y baila.
Sobrevuela los yerbajos
y recoge las luparias.
Matará algún hombre lobo
o a su hambre con la planta.
Los aullidos se oyen roncos,
gritan desde su garganta.

 

Buenísimos versos, con ricas imágenes que te acercan .
saludos y estrellitas. Ojala me puedas visitar algún día.
Esperanzapaz

 

Preciosas imágenes, el viento pasa, pero siempre atestigua sucesos que quisiéramos queden y otros que se los queremos regalar.

Ha sido un placer detenerme en tus líneas, un poema hermoso y rico en recursos.

Dejo estrellas y saludos.

 

Muchas gracias por los comentarios.