La vida. Y el agrio del limón, retrocediendo. Soneto.

Debajo de un antaño limonero
y al pie de mi soneto más querido
habita medio roto y escondido
un trozo de mi pecho lastimero.

Aquel que padeció en tiempo postrero
el mal de la traición, el vil latido,
la pena y la acidez de lo perdido,
el golpe que te rompe lo certero.

Debajo de aquel tiempo indescriptible
pequeño sigue en mí sobreviviendo
un tierno corazón imperceptible...

Detrás viene la vida amaneciendo
y el pulso se hace más reconocible,
y el agrio del limón... Retrocediendo.

 

PRECIOSOOOOOOO, ya no encuentro calificativo amigo, es que todo lo que te leo me parece mejor.... te aplaudo otra vez, y me pongo de pié , gracias por compartir tanta divinidad hecha soneto.Un abrazo fraternal.

 

Muchas gracias Luviam por tu comentario tan amable. Me encanta tu parecer sobre él y también tu abrazo, abrazo que te devuelvo acrecentado y agradecido.