La vida

Se va pasando rápida,

arranca sus motores sin dejar ninguna huella

ni rastro de humo,ni rastro de pisadas

de manchas,

de estela,

de nada.

La muerte está en mi puerta

vendrá a visitarme mientras ella,

cabalgando a ritmo de estrella fugaz,

se ríe de nosotros recordando que desaparecerá,

se marchitará como lo hacen las rosas,

dejando que nuestras entrañas se apoderen de nosotros,

llevándonos a ese lugar oscuro,

extraño,

vacío,

que nadie sabe definir,

que muchos piensan e imaginan pero ninguno se atreve a descubrir.

Intentaremos olvidar su existencia,

velaremos cada noche por culpa de su recuerdo

presenteen cada uno de mis días y mil y una noches

pregonando que me deja abandonado,en manos de otro destino,

el cual no quiero hallar,

acudirá educadamente y nos dejará en el buzón

una carta de despedida,

rememorando quien ha sido,

ella es

la vida

 

Celebro encontrarte Adri, he disfrutado de un reflexivo y soberbio poema.