La vieja España de siempre

La España de siempre.


De la vida, el gato sin cadera,
y el que se refriega el ojo ciego.
Infancias de un verano de engaño.
Y los viejos, de porteros del invierno,
con el hacha y la cazuela preparada.
Ni uno entraréis por San Pedro,
porque sois y estáis en el infierno
para toda vuestra puta eternidad.
Proxenetas de esta España nuestra,
chulos por siglos de jóvenes promesas.

¡Volad, hijos de Iberia, alejaos de aquí,
que se revuelquen en su propia limosna
y dejen de herencia a sus cerdos
barrizales, podredumbre, miserias.
¡Volad, hijos de la libertad,
que ninguna bandera os retenga,
ni creáis más promesas de viejos
que solo miran sus penes de mierda!

Patada a los bastones de España
y de la mano al cementerio,
al puto Valle de los Caídos;
destapar la tumba, empujarlos,
y darnos la vuelta sin oír ni una puta
de sus quejas, ni oler lo putrefacto
de sus cuerpos anclados al averno.
O quizás secar un pantano
y arrojarlos como carne carroñera.

¡Volad, hijos de Iberia, que los hijos
de la gran perra rondan por vuestra tierra;
muchos visten culos de la izquierda
que cagan lo que les da de comer
la eterna derecha de esta podrida Iberia.

 

En este país todos los partidos defienden sólo sus propios intereses y los de sus amigos. A los de derechas se les ve desde lejos de donde vienen, los de izquierdas y los nacionalistas son oportunistas que quieren ser como los otros.
La mayor y común verdad de todos: la mentira.

Duros pero necesarios versos. Mis felicitaciones, Évano. Saludos.

 

Se escucha con fuerza tu sentir, tu voz y tu inquietud a través de tus versos, grandiosas imágenes expresadas, un saludo y abrazo para este martes.

 

De lo pasado hay que aprender y mirar al frente abriendo nuevos caminos. Un abrazo poeta.

 

Es muy lamentable lo que ocurre en este país nuestro: la corrupción campa a sus anchas, los jóvenes no tienen apenas futuro en él y los demás, por desgracia, nos estamos habituando demasiado a esta "normalidad" despreciable. Un poema fuerte, como lo son los hechos que lo justifican. Mis estrellas y un abrazo, amigo.

 

Lo de este país empieza a no tener nombre. Acaban de darle el premio de emprendedor del año de toda la provincia de León —500.000 habitantes y más de 15.000 kilómetros cuadrados — (y que continuará con su nombre desde ahora) a un vecino de la aldea donde vivo (12 habitantes, por lo que conozco bien la historia). Compró a lo largo de diez años 2.700 propiedades (casas y prados), sin crear ni un solo puesto de trabajo (repito, ni un solo puesto de trabajo). Abrió una tienda de antigüedades en Internet (hace a penas dos o tres meses que funciona y se pueden ver los objetos, los cuales no superan los mil euros en ventas, repito, mil euros en ventas, y, si ha creado en esta nueva "aventura" especulativa algún puesto, habrán sido poquísimos, menos de cinco, seguro, pues estuve en la inauguración de la nave y paso con frecuencia por sus puertas cerradas). Me falta decir que tal señor ronda los ochenta años. Y la comarca de Omaña desapareciendo de población (a los jóvenes ya los podemos contar con las manos de los dedos). 500 personas en invierno en 39 aldeas en casi mil kilómetros cuadrados. Podría llenar mil libros con las aberraciones que se producen en esta España de siempre.

Muchas gracias, señores Libra 8, Gavase, y señoras Nancy Santiago Y Mariam. Se les saluda afectuosamente.

 

Exelente...
saludos desde Guatemala...
muy intenso por sierto.

 

verdades como puños, con esta crisis se han destapado muchas mascaras, esperemos que la lección nos quede bien aprendida, muy bueno, me encantó el tono, saludos

 

Muchas gracias, señores El quijote y Manumalversación. Se les saluda.

 

Esplendido, me gusto como reflejaste la realidad de este Estado fallido que pudo llamarse Iberia. Estamos hundidos en la mierda hasta el cuello y yo ya empiezo a plantearme la idea de volar lejos de aquí porque el hedor que se desprende empieza a ser insoportable desde hace mucho tiempo.

Saludos y mi mas sincera Enhorabuena.

 

No me extraña, Solverde84, que piense en marcharse. Muchas gracias por su paso y mucha suerte. Un abrazo.

 

Le leo, querido amigo, y parece que usted no estuviera hablando de España sino de México. Y si hubiera aquí griegos talvez pensarían que usted está hablando de Gracia. Igual supongo que pensarían argentinos, chilenos, ingleses. Imagine que en Inglaterra, la orgullosa Inglaterra, está aplicando programas "sociales" al estilo de México, una limosna cada mes a los marginados, para evitar estallidos sociales. Para poder seguir en el poder gozando de esos enormes sueldos. Bueno, el hecho permite ver que al menos los ingleses hoy no han encontrado otra forma de solventar la falta de competitividad en el mercado mundial, no sé si se atreverán ahora a criticar lo que ellos mismos están haciendo como "populismo" como lo hacían tomados de la mano de los políticos gringos cuando criticaban tales políticas en suramerica mientras se veía con buenos ojos invertir u ocupar los recursos públicos, los presupuestos de los países, quitando incluso para ello lo destinado a la salud (una de las obligaciones ineludibles que todo Estado tiene para con sus gobernados) para salvar banqueros y bancos de la quiebra, incluso si estos muestras huellas de fraudes financieros por parte de sus dueños.

Han llegado a México desde hace unos años, (luego de la elección de Rajoy para acá) infinidad de jóvenes hispanos, se les ve trabajando en restaurantes y tiendas, como dependientes, huyendo -dicen- de su mal destino.

Le dejo abrazos, un placer leerle.

 

Este país está hasta las cartolas de soberbia y codicia y escasean cada vez más la honradez y la vergüenza.

El sentir popular general es de decepción absoluta, no es que hayamos sido un país ejemplar, tampoco es eso ufff, estamos a años luz de las mínimas leyes de decencia, pero no hace tanto que la gente se daba la mano para cerrar un trato y eso era suficiente.
No somos los únicos, eso es verdad, la corrupción prolifera a más velocidad que los virus pero hay tanta y a tantos niveles que asusta.

Buen poema para ponerse las pilas.

Saludos,

Palmira

 

Cierto, Don Melquiades, cuando pensábamos que en el siglo XXI avanzaría la humanidad resulta que retrocedemos a pasos agigantados. Solo espero que a los españoles que han ido a su país les vaya bien y progresen y hagan crecer a su bonito México, que sin duda tiene más futuro que esta España de viejos carcas, descendientes de nuestros verdugos y caciques de siempre. Un abrazo amigo.

 

No sé si seremos los únicos, señora Uqbar, Palmira, pero yo ya no espero absolutamente nada bueno de España. Un abrazo.