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La Voz

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Edouard, 2 de Septiembre de 2017. Respuestas: 1 | Visitas: 709

  1. Edouard

    Edouard Poeta adicto al portal

    Se incorporó:
    15 de Marzo de 2016
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    466
    Género:
    Hombre
    Voz quebrada e insípida. Que en las altas noches del invierno sueltas el gancho perruno de la vil hipocresía. Ya nadie en el planeta quiere escuchar tu quejumbroso tono de monstruo maltrecho. Entonces, te escondes tras la tiniebla satánica. Que oculta lo que más desprecias de ti misma. Esa palabra misteriosa que ocupa los oídos verdes de los incautos. Sumergidos en notas de un piano con la mitad de las cuerdas rotas. No te apures. Pronto, el silencio te engullirá por completo. Haciendo así que no vuelvas a existir de nuevo. Pero, mientras tanto, sigues propalando esa mugre auditiva por el aire puro. Te debería dar vergüenza. Pero, en un soberano trajín de fiel difunto te ríes de las áureas leyes divinas. No lo dudes. Al final de los tiempos tendrás el castigo regular que te mereces. Así que, más vale que te hundas ahora en la cloaca del olvido. Para que ahorres a una extensa humanidad del dolor supremo. Te horroriza eso. Pero es por tu sincero bien.
     
    #1
    A martagclara le gusta esto.
  2. Edouard

    Edouard Poeta adicto al portal

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    martagclara, tal embrionaria solución caliza de sonido perturbador henchía de estiércol el firmamento puro de una tierra clara y diáfana. Inyectaba en los tímpanos de los seres inocentes el pecado capital que tanto hacía sumergir, como un témpano de hielo cuando se derrite en un fogoso lago, en ensoñaciones nada halagüeñas para el espíritu equilibrado. Se sentía tal voz en libertad por ensanchar su tiranía auditiva que, en un ataque de sorna diabólica, manchaba las reglas regias de una comunidad divina. Allí, en las alturas pedestres, donde irradiaba con fulminante pasión molecular, su ley de oro macizo. Pero, como todas las aberraciones mal paridas, tendría nuestro singular vozarrón su castigo irrisorio. Hundirse para siempre en la nada precipitada de los desamparados. Para no volver a nacer nunca jamás. Atentamente Edouard.
     
    #2

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