Labios y una boca.

Tus labios de rosa,
deseos saciados como la mosca al almíbar.
Tu boca veloz y escurridiza
que se cuela en el cuerpo tras las reveladas cortinas
de unos arcanos y primitivos instintos.

Labios y una boca,
libélulas de rush y linfa,
amapolas posadas en papilas gustativas,
mariposas aleteando sobre lienzos noctívagos,
ardiendo en brasas de piel y orgasmos rojizos,
que encienden la noche
y luego del auge de ángeles y diablos,
dejan un manto de ceniza.

Labios y una boca
que traen recuerdos de mojadas vidas,
la sal y la espuma de la pleamar
en el escollo de un islote desértico,
un horizonte en donde se posa el crepúsculo
de un sueño.

Labios y una boca,
bocetos de una lengua hurgando en la memoria
y trayendo destellos de un astro fugaz
impregnado con el vino vertido en la boca;
cohortes de odas celestiales
que brotan en el insomnio de la noche,
que traen con sigo relámpagos de una demente exaltación;
vienen volando sobre el lecho
en donde se sepultó a la rosa de fuego del amor.

Labios y una boca
de un recuerdo que cabalga y atropella
con las cenizas de ese rush púrpura.

 

Exquisitos tus versos amigo...un gusto leerte siempre...
Te abrazo con todo mi cariño...

 

Bello poema como todo lo que tu escribes.
Un placer poder pasar a leerte.
Saludos cordiales.

 

Labios, lengua y boca... el conjunto que en equipo delimita la frontera entre palabra y pensamiento. Hermosas pinceladas. Saludos y estrellas.