Lados del mismo dado

De la nada me encuentro encerrada. Y el respiro convertido en suspiro llena de dióxido el habitàculo. No logro concentración alguna y la piel con quemaduras de 1er grado es el flanco perfecto para que se siga lastimando.
No es para menos, la puta piel del Alma rara vez se regenera. Una vez marchita, una vez arrugada queda marcada. No sé porque el alma tiene ese afán profundo de no olvidar.
Ojos perdidos en un sector de la mesa vidriada... la sorpresa me invade... y en un locuaz segundo de cordura entra en vista cinco deditos marcados... en qué momento mi niño pegoteò ese espacio? Perpicaz y austera la razón logra mayor raciocinio del acostumbrado, provocando un aire de atención. Estas perdiendo como crece, pronto los cinco dedos se convertirán en una palma gigante apoyada en tu espalda.
Y recuerdo... cuando infantiles nos apresuraban para redactar una bella narración, un tema tan habitual como el abrir y cerrar los ojos. Por qué? còmo? de què manera? preguntas que invadían nuestra ansiedad que la "seño" propiciaba una vez expuesto el escrito... SIEMPRE SABÍAMOS QUE RESPONDER!!!
Veo! Ahí cae al vacío mi niñez! Me mintieron! Recalcaban día a día que la sabiduría llegaba con los años y hoy con los míos no puedo encontrar un por qué que realmente sea certero! Los porque se complotan para que la lucidez de alguna respuesta nunca salga a la luz. O el por qué estará dentro de mis arcas y no lo quiero ver?
CIERTAMENTE A VECES EL NO SABER PORQUE ES ESTAR INMERSO EN LA VERDAD QUE REBALSA... ES EVIDENTE QUE ESE ES EL POR QUÈ DEL PORQUE.
Lados distintos del mismo dado. Así estoy, sé que jamás el uno y el seis podrán verse la cara. Jamás por más trampa y tiradas haga. Así, como el dado, así me encuentro hoy. Sé que la respuesta puede estar en mi espalda, y dandome vuelta me seguirá, pero no sé si se mostrará!