Ladridos respetuosos.

¿ Por qué crees que soy estúpido ?
¿ Acaso no te has dado cuenta de que manejo todo el sistema operativo ?
Y de que gracias a mí, todo es relativo, y por ello, el estilo sigue vivo...
Y soy acicate, espaldarazo, estímulo y motivo.


Para ti, no obstante, soy vomitivo y te doy náuseas.


Está bien, mientras sigas haciendo pesas, en el gimnasio.
Y no olvides la salud, que es lo primero, para que tu corazón bombee la sangre.
Pero Amor-Bondad y Amor-Sencillez son la receta, en esta circunstancia.
Para el Cosmos entero, en cada mundo habitado.


Y no puedes huir y ser ateo, durante muchos milenios.


Pues hay reencarnación y ciclos de nacimientos y muertes.
Ya me dirás, algún día, si por casualidad te topaste con las nubes del cielo.
Si miraste a las estrellas nocturnas y te pareció ver el rostro de un abuelo.
Entonces, sí, las estrellas son pupilas. Y las nubes, máscaras.


Y te asombrarías... Yo ladré al cielo, por ser testigo del Olimpo de los dioses.

 

Un placer pasar a leer tu magnífico trabajo. Saludos cordiales.

 

Gracias, Joblam. En este poema, he abierto mi corazón, para hablar con el cielo.
Y más o menos, lo que he captado, lo he traducido a texto literario.
Otras cosas se me escaparán, supongo. Porque soy inteligente, hasta cierto punto.