Lágrimas, mientras amo a la luna.

Tú, luna que me lloras
con el mismo semblante
con el que alguna vez te lloré,
oprimes esta melancolía fugaz
sin piedad contra mi pecho,
con reticencia y desprecio,
pero te anhelo,
porque la hora punta de mi sentir
no está bajo el azul del cielo


!Disfrutemos sí¡, la indiferencia tuya,
sin ninguna queja, sin ningún suspiro,
ahógame y que nadie me dé ayuda,
que me quemen los rayos del sol
y los tuyos cuando marque el reloj
un mismo segundo,
buscaré otro amar en este mar,
aunque sin saber que estoy haciendo,
sólo caeré en una estrella...


¡¿Qué has dicho?!, repítelo y dime
que tu rostro bañado en albura
no es mi paranoia abrumadora,
que tus suspiros de dulzura abismática
no son desenfrenado desespero,
que en tus besos de nácar
nunca fulminé,
que la frágil margarita de tu miedo
se desvaneció en donde comienza un estero,
y nunca se ahogó en un amargo margarita

 

Muy buena obra, amigo Bashiro. La luna sí que te favorece otra vez. Y ya que estamos conminados a seguir viendo y observando su misma cara y no la otra, habrá que cantarle más loas como la tuya para ruborizarla y hacerle mudar su semblante triste y agrisado por otro que refleje en menor medida nuestras nocturna tez ahogada en cuitas.
Abracémosla entre todos para que escupa el dolor que no traga; me ha gustado en tu poema cómo la has personificado, cómo le hablas e incluso dudas de haberla escuchado, tal es la magnificencia de su mirada para con nosotros. Su mirada abismática (muy buena palabra, por cierto, y válida, comprobado!) y esos besos de nácar anuncian que tal vez el propio Cupido podría dirigir las flechas al astro y al humano como destino, ¡quién no se ha enamorado de la luna en algún instante azaroso!
Gracias por dejar aquí otra carita de la bella y ansiada Selene, amor tuyo y mío.

 

Contundentes versos que seguro a la luna
le llegó tu mensaje, preciosos versos nos dejas poeta.
Mil estrellas y un abrazo desde mi bella tierra.

 

Si la luna escupiera el dolor, yo quizá ya no la amaría, creo que estoy siendo engañado. No me enamoré de la luna, sino de su melancolía silenciosa, pero no importa, aun así la amo. Y cuando me aburra de la luna, que probablemente no sea por más de un segundo, le seré infiel con una estrella.

Saludos amigo, gracias por visitar mi momento de angustia con la luna, esta fue nuestra primera discusión.

 

Muy bella obra amigo. Parece que tu también te inspiras en la luna. Es mis mas grande inspiración. Y me da tanta pena pero a la vez veo tan artístico, al darle a la luna dolor.

 

Tremenda entrega compañera, luna inspiración de tantos poetas, es un placer llegar hasta tu espacio, un regalo a los sentidos.
Abrazos y estrellitas para ti.
pincoya

 

Gracias amigo. Claro, la luna es magnífica, refleja tantas cosas... puedes verla como quieras en realidad, por eso tantos se aferran a ella, yo personalmente la veo de apariencia triste, mientras nos observa indiferente, con esa tristeza que sólo cambia un poco mientras se oculta en el día, puede observar lo mas bello y lo mas horroroso de este mundo sin cambiar en nada su semblante, y aveces también me seduce, pero no entiendo porque.

Saludos.

Muchas gracias, espero que tu también disfrutes del sinfín de emociones que refleja la luna.

Saludos.