Lapidación femenina

Mujer que a morir te condenan
a muerte en lapidación
por manos de otros amigos
que ensañándose contigo
a ti te arrebatan la vida
y rompen mi corazón.

Con insultos y con piedras
se va escapando tu vida,
en realidad tus heridas
serán marcadas con fuego
en la piel de tus verdugos
y en todos tus herederos.

Creyendo los pobres necios
que tu alma así se salva,
dueños de tus esperanzas
en tus últimos suspiros,
escucharás los insultos
entre cantos y alabanzas.

Esos hombres impolutos
que al tirar la primer piedra
se convierten en sanguinarios,
recordándome el calvario
por el que Jesús pasó
terminando en su sudario.

El que esté libre de pecado
tire la primera piedra;
es un dogma, una enseñanza
de todas las religiones
pero no atienden a razones
por prepotencia y sumisión
esos seudoreligiosos
que pueblan tu gran nación.


Ángel Reyes


​

 

sin duda estoy en contra de este flagelo, pero hay que recordar que el mundo está lleno de leyes y de religiones y por tal no pedimos nacer sobre ellas, e inconscientemente somos victimas volubles de estas situaciones, no solo las mujeres, si no los niños y hombres, que es un mal que no termina a largo plazo, saludos

 

Muy bello poema,
muy melódico y de grato contenido,
filosofía que busca la comprensión,
el sentido común.

Los dogmas tienen diferente ramificaciones
y muchas veces tienen ciertas 'reglas'
que uno cree insanas o poco saludables.

Esperemos que la consciencia esté limpia
y no sean instrumentos de control masivo.



PD: Edito tu texto para agregar ciertas tildes faltantes,
cito tu texto como estaba para que notes los cambios;
además agrego ciertas comas para las pausas recomendables.

Está a tu criterio, claro, que vuelvas a editar el texto,
según la intención que hayas querido dar a tus letras.




__________________________________________________ LEO

 

Estos ignorantes, fanáticos de la ley Mosaica... destruyen lo mejor de sí mismos al lastimas a una mujer.

Duras líneas Reyesbur.

Gracias por compartirlas.

 

Esta dura realidad que no cesa, que perpetúa la ceguera del corazón ante unas reglas autoimpuestas y mata, por tanto a la mujer, me produce un dolor impronunciable.
Gracias reyesbur por tu obra y tu mensaje.
Abrazos.