Las 4:am

Pasaba el ataúd revelando
Los misterios
el padre rezaba la angustia de la madre paniqueada,
los susurros y las sonrisas no caían en el agujero,
tu creías que el sonido del amanecer
retornaría con la noche, flaqueabas y sollozabas
rompías ese laso externo con madrigueras de esperanzas a la luz de la luna


perpetraba los augurios y escasos perdidos y conmutados secretos animales
que conocían a tu alma




pero no te encontró
cada que volteaba
se le aparecía un rostro
distinto, había olvidado el tuyo
encontró refugio en el más vacio,
lo amo, lo quiso, pero lo destruyo,
el naufrago en tu velo pero tu
atónito clero lo desvaneció

 

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Magníficos versos muy bellos de un trabajo importante y precioso.