Las aves de cemento no podemos volar hasta el cielo

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Vertidas lentamente en fuego
Se derriten mis plumas
Llenas de esta noche,
Perenne y oscura

Que disfraza lo que esconden
Las miradas y almas cautivas,
Que vagan, sin retorno
Entre flores destruidas,

Por gigantes de hormigón
Con pies de frio hierro
Que traen con sus pisadas,
Las prisas, el gris y el infierno
De una ciudad sin futuro,
Que pavimenta nuestras alas, hasta anclarlas a este suelo

 

El cemento nos lo tiran de vez en cuando, si no nos sacudimos caemos al piso; asimismo en ocasiones volamos muy bajito y nosotros mismos quedamos atrapados. Un gusto pasar por tus lineas. Un abrazo y estrellitas =)

 

Gracias por pasarte; muy acertadas tus palabras tambien , la lastima es que nunca aprendi a sacurdirme este cemento que me ahoga...

Saludos!

 

Saludos poeta, interesantes y reales letras, estas ciudades nos están ahogando día a día.
Esperanzapaz

 

Saludos y gracias por tu apoyo