Las dalias negras

¿Conoces con qué pálida y desenfrenada

emoción llega la muerte en una hora extraña?

Jim Morrison

​

Gota a gota, se instila el llanto.

Nuestra existencia va pasando por la clepsidra.

Así como todo corazón

va buscando una llama en la sombra de las cosas.


Mas algunas veces creo,

Cuando fúlgido me derramo en la brecha

de tus labios, cual dalias negras cayendo

en la última visión triste de la materia,


creo que el tiempo, moribundo, va jadeando,

ahogado, consumado en su eterna condena;

y es tan sólo cuando atraviesa el abismo

de mis ojos, que se embriaga de vida,


de fuego y de pasión y se deja a sí mismo,

como el loco o como los grandes sueños,

cuando las arañas trepan las paredes

y la tierra cubre por completo el ataúd…



l. e. torres

26/06/015

 

Vamos montados sobre él, como a caballo, y el paseo nos cuesta el desgaste permanente de nuestro existir... hasta la nada.

Un saludo, hermano. Gran poema.

 

gracias por leer, César

 

instila y clepsidra dos palabras muy bellas que aprendi hoy con tu poema, me parecio buen poema con suficiente fuerza

 

Talento y calidad supremos en una obra maravillosa.

 

Mucho talento y un poema muy bueno ... con esas rimas tan sutiles , que no parecen .

Un abrazo .

Jon