Las damas con falda corta.

Ya me conocen muchos, por aquí.
Soy el gallo del gallinero,
y pido un respeto, a mis obras espléndidas,
como inimitables...


¿ Perdón ? Oigo bostezar a alguien, en un recóndito


lugar del globo terráqueo.
¡ Cuán desagradable es el aburrimiento !
Tedio, hastío, plomo y sopor, engendran cólera.
Sí, me pongo en su piel, y camino usando sus mismos zapatos.


Pero consigo evitar el estreñimiento.


Yo digiero bien los alimentos,
porque la digestión, como la reflexión,
son sagradas. Me encanta analizar cada situación,
en pro de la estrategia ajedrecística,


y así, nacen las tácticas improvisadas.





Para hacerme con el poder, en los pechos.
El poder, en el collar de perlas.
El gran poder de las pulseras,
y los pendientes, con las joyas.


Retengo todo el tesoro, y lo acaricio.

 

Ummmm..

Si hay caricias,
¡Me las quedo!
Quiero ser acariciada,
Saber que tengo orejas y deditos de las manos.
¿Es mucho pedir?
Como ir a la charcutería,
ponme cien gramos de caricias finas finas para llevar...
Hola Nommeo.

 

¿ Te gusta mi escrito, Aldonza ?
¿ Cómo tú, por aquí ?
¿ Te has perdido, de camino a casa ?
Te puedo llevar a cuestas...
Ya sabes que me he puesto voluminoso, con la bebida X.
Agua del Mar, mezclada con abundante agua del río.
O en su caso, mucha agua fresca, y sendos pellizcos de sal marina gorda, y sal del Himalaya.
Masajes con gel de Aloe Vera, y meriendas de chocolate puro.
Miel de abejas, en las tostadas del desayuno, y de vez en cuándo, carne con mostaza.

 

Tu poesia es como comer con las manos.
Me gusta por éso.
No hay que sentarse derecho.
Puedo leerte mientras mastico con la boca abierta.
Me gustas Nommeo.
¿Te lo he dicho suficiente?
Ahora,
Te aguantas y fastidias.

 

Entonces, sí que me pones en mi sitio.
¡ Firme !
Mi Comandante.
¡ A sus órdenes !
Siempre quise formar parte de la legión.
Bueno, ¡ Nos veremos pronto ! Voy a hacer turismo, invadiendo un país.

 

Saludos, amigo

 

Saludos, Elisalle.
Gracias por pasearte, por mi garaje.
Aquí, colecciono mis pequeños retratos.
Son dibujos hechos, a mano alzada.
Parecen poemas, pero reflejan un paradigma, o manera de ver el mundo.