Las dos caras de la moneda

No es extraño que el agua del océano sea salada,
pues son las lágrimas de los dioses al ver destruirse a su creación amada.

No es un secreto que el hielo queme más que el fuego,
pues un corazón frío hiere incluso a su propio dueño.

No es raro que la luna brille en la noche más oscura y arcana,
pues aun en la penumbra puede hallarse una pequeña luz lejana.

No te angusties si el sol se oculta en el horizonte durante el ocaso,
porque aun los seres que irradian luz necesitan un descanso

Ni te asustes al ver brillar un millón de estrellas en el cielo sin nombre,
Porque ni las guerras se ganan con un solo hombre.

Tampoco es de extrañar que la lluvia caiga de repente en una hora,
Porque aun el hombre más fuerte y de corazón justo llora.

No llores si el amor a veces causa profundas heridas,
Pues aun la rosa más bella puede herirte con sus espinas

No es de sorprender que una oruga se convierta en mariposa,
pues aun la más horrible criatura puede llegar a ser hermosa.

Tampoco te asombres si una hormiga levanta un peso diez veces superior,
Porque aun el ser más frágil guarda una inmensa fuerza en su interior

Por último no te desilusiones si la muerte es injusta y dolorosa,
pues nos hace apreciar a la vida aunque sea una niña caprichosa.

 

La cara hermosa de la moneda. Un placer leer tu magnífico y agradable poema. Saludos.

 

Muchas gracias, un placer que le guste mi poema, aún hay mucho por escribir, saludos.