Las hijas bastardas del Dr. Cañas.

Las hijas bastardas del Dr. Cañas.


7 niñas en vestidos de alas falsas escondidas en un ataúd sin sangre roja

tienen ojos de cristal brillante junto a lágrimas culpables si una sola se sonroja.

Ella ya no está ahí para cuidarlas del mago quirúrgico,

y su cuerpo quieto denota inapetencia obscena a defender aquello que gestó su vientre único.

Viven un secreto extraordinario tatuado en sus tobillos blancos,

de cadenas presidiaras ajustadas a su piel a la vez que calzan rojos tacos.

Es la voluntad maniaca del hombre de bata blanca.

Un sola mirada imperativa cargada de intensiones laxas logra que se extiendan en la cama.

Lunas llenas afuera de la portezuela corroída por dientes infatuados,

gritos contenidos y dolores magros juegan a los dados.



Una gime largo a puertas cerradas con furor hermético;

otra llora sin lágrimas acuosas quieta ante el negro escenario poético;

la siguiente ruge agudamente cuando el candado se ajusta cercano a pie llano,

es cuando quien está al lado ruega que siga aún lozano.

La de trenzas rojas no manifiesta miedo alguno, efecto compasivo del sorbo de láudano.

Aquella que ha cerrado los ojos busca que escenarios ficticios la protejan al máximo,

mientras la primogénita lanza risitas espasmódicas asistiendo en el momento álgido.


EL día que le sigue podría ser soleado,

y el dr se incorporará alegre y aliviado

como si no existiese el subterráneo bajo el ala principal;

donde yacen 7 estrellas en traje nupcial.


El secreto permanecerá incluso cuando el barro cubra hasta los recovecos,

de una casona que un día albergó abrazos, risas y besos.


El Dr. Ha decidido cambiar de residencia,

una vez que la parafina amarga haya sepultado para siempre…

toda la evidencia...

de una larga noche de extremas apetencias.​

 

Interesante e intenso poema nos compartes poeta vronte. Sus imàgenes son especiales y llevadas con maestrìa.
Gracias por compartirnos tu poesìa.
anthua62
Mèxico 04-01-15