Las oscuridades de los niños.

El dolor sólo existe cuando nos duele algo.

Sentir las oscuridades de los niños,
sentir los firmes pasos del azufre,
sentir de vez en cuando.
Dormir abstracta
casi casi contemplando el vientre,
dormir descalza,
dormir de vez en cuando.
Mi yo y yo nos sentábamos los domingos
bajo árboles integrales, nos sentábamos
a comer aves azules; luego el alma,
luego los paseantes, y entonces nada.
Gente buena que tiene hijos, no soy cristiana
ni me llamo Valeria, jamás he parido,
pero he vivido abajo del olvido
crucificada los domingos.
Sentir mi voz muda, y ver a dios
en cada charco que piso,
en el viento que me despeina
que no le importa las horas que pasé
frente al espejo, más aún, ver a dios
en las oscuridades de los niños,
cuando todos le gritan maricón a Esteban,
y Esteban clama a dios, y dios busca en Google
qué significa maricón, y exclama entre risas:
-Putos maricas.​

 

¡¡¡GENIAL!!!

 

Es inevitable que pase por toda clase de sensaciones cuando leo tu poema. Desde esta imaginación desbordante que me caracteriza, me da la sensación de viajar en una montaña rusa. Miedo al principio, por saber..., un deseo de permanecer colgada en esa imagen de aves azules... y de nuevo la presión del olvido, la de ser cabello sin sentido para el viento.
Subir y bajar con una bola enquistada, pero el final es relajante, sueltas toda la tensión y ríes... jajajajajjaja putos maricas, si es que hay dioses que provocan.

Besazosssss

 

Maravilla espléndida de versos estupendos, creación magnífica.

 

Me increpan mi futura ida al lago de fuego, nunca he escuchado la voz de dios, sólo la de los que hablan por él, me imagino que él no sabe que significan algunas cosas, o que está de acuerdo con lo que le han dicho que significa... Ya sabe, para evitar la fatiga.
Estoy enferma

 

Nunca...

 

¡Cuídate mucho!, ya sabes... soy egoísta y me haces falta.

 

Yuju! egoísmo... Nosotras siempre colaborando con el buen vivir