Las piernas de la noche.

En la recolección del horizonte
intervienen las piernas de la noche.
No caminan, abiertas en el alba
en el que el día inyecta,
con su semen azul, otra jornada.

Se desnuda la noche. Ya comienza
la luz a seducir a las mareas
lentamente, sin prisa de oleaje,
con las manos exactas
de un sol que no se atrasa en otra fecha
y acopla la memoria de su tacto
en la fertilidad de la carne nocturna.

Allí comienza el mar, allí se inicia
el gesto masculino de los árboles
clavando su cuchillo de madera
en la postura femenina de las sombras.

Y sucede el orgasmo de la noche,
y explota el sexo en el amanecer
sobre la piel oscura de la madrugada.

Se estira, y se recoge en otra cópula,
la nuestra -sombras líquidas-,
tal vez la de la tierra con los árboles,
descanso de otras piernas
andando su camino.

 

Cortejo de noches y mareas... original y sensible poema, que he leído, lo reconozco, varias veces... como siempre, un placer. Un besote.

 

Que bien que lo lei,no habia leido nunca un tema asi.Felicitaciones.

 

Muy, muy bueno

Saludos

Luis

 

Contigo lo mejor es no calarse el sombrero porque hay que tiene una que andar quitándoselo a cada letra tuya que lee.

Sigue siendo una auténtica gozada pasear por tus letras.

Un beso

 

Las fuerzas de la naturaleza humanizadas,
hasta el punto de que erotizan cada día,
sin periodos de celo, como nosotros.

Un abrazo Aler-ego,
ha sido un placer bogar por tus versos.