Las terribles ganas de ser feliz

No sé que rayos estuvimos buscando
este sin duda es el cuento
de una flor que crece dentro de una roca,
nos molestan hasta la desesperación
aquellas humanidades que sudan esperanza
como a mí me enseñaron:
sé una persona rota con quien es malo contigo...
...y el mundo lo es.

Lo que vemos son los huesos surcar los aires
esta es la contienda de mi ego contra tu supremacía,
inhalaré más fuerte hasta evacuarte toda la sangre
y cuando las semillas pregunten de la soledad del desierto
responderemos: los débiles también merecen morir.

Porque estoy perdiendo mi mortalidad
en mi paciencia de pensar que
ustedes llevaban un carnaval en las venas,
estoy perdiendo a mi bebé
en tu supuesto útero; anegado y mentiroso.

No le digas a tus amigos que "lo sientes"
porque al final del día tu -amor propio-
es lo único que te sube la bilis,
a pesar de todo (de nosotros)
caminaremos por el más bello sendero
pero en mi experiencia no lo hagas conmigo
no me gusta ser un buen individuo
pero me gusta compartirlo siempre.

Tuve una visión de como se nos volteaba la piel
supongo que es una misión imposible
dado sus cuartos impermeables al odio moderno,
me cago en tu nuevo sentimiento
porque así de innovador fue hace siglos atrás
solo entraré entre tus piernas
si estas más allá de toda experiencia.

Porque pequé de gula al absorber la rutina
me devoré por dentro y los que miraron
perdieron la cabeza;
y nuestro hogar se va a los infiernos
bajo mi mirada cautiva pero no deseo evitarlo,
me has perdido en una revuelta de idiosincrasia
la revolución egoísta que nos lleva siempre a
la felicidad.​