Las ultimas palabras de un eterno pesimista

Sometido al confesor de pecados,

tramitando el augurio de mi vida.

(cuantos cuentos ofrecerán provecho a mis estigmas)

si el recuerdo fuera anexo fortuito

decrecería la onceava Paradoja De La Sabiduría.



A veces solo busco la razón para mantenerme triste,

tal si fuera una adicción

que consume y excita a la vez.

Ni siquiera se la razón de querer sentirme solo,

tal vez porque al finalizar el descenso encontramos al amor

o la ilusión de ser eterno.

En lo que culmina solo dura poco,

la vida siempre poniendo fecha de caducidad al momento.



De pronto comienzo a perder mi habilidad de crear,

mi ímpetu de soñar,

me concentro en ser viaje pasajero

y trato de ver al universo como historia repetitiva.

Sea cual fuera el poder interno,

se quedo resonando en la escritura misma,

en las palabras mudas de la calamidad que me asecha,

al punto oscuro de no sentirme persona.




©AlmaGris/RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS.
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profunda melancolía que nos deja, bienvenido, saludos