Latidos de bardo.

Adoro tu silencio que me dice ternuras.
Adoro tu silencio que acaricia recuerdos.
Adoro tu silencio que negocia en acuerdos
la ansiedad del milagro en ocultas negruras.

Adoro tu silencio que refleja tus voces
guardadas en los versos rítmicos del cristal,
resonancias aladas desgranadas en sal,
arrullos enroscados, caracoles veloces.

Espejos paralelos de reflejo infinito
que capturan tu voz esperando el momento
de vibrar en la noche liberando el lamento.

Mientras, gozo el silencio que es de roca y granito,
con ritmo a contramano de tu voz en resguardo,
cantando sin palabras tus latidos de bardo.​

 

Precioso Luciana. En tu línea.

 

Muchas gracias, Juglar, por tu amable comentario. Un abrazo.

 

Bonito soneto!

 

Omaris, gracias por la lectura y tu amable comentario. Un abrazo.