Latidos libres

Mi corazón no se cansa, porque está loco y la dicha no le alcanza, de saber que tiene la confianza de seguir latiendo, junto al tuyo.
Corazón vagabundo que gravita en el mundo, va tejiendo bohemias, va embarcándose en quimeras, olvidándose de sí, para recordarlo todo.
Pasando por mis sueños rotos, que ahora sé, no son propios del azar, mi corazón nauseabundo, se pierde taciturno en el mejor de mis días, ¡ay de mi corazón de niñito! Que me ha dado y me ha quitado tanto, prodigándome en el mundo, en toda su inmundicia, depositándolo en mi.

Hermosa guía ¿si estas perdida, donde te hallaras, madre perdida?, ¿Dime con quien andas tú, dónde fue que dejaste el espíritu esta vez? Veo tu cuerpo pero ya no sé de ti.

Hoy, pienso que tenerte dentro de mí, sentirme tu hijo... revolución; mientras el camino se ensancha en plata y fuego, es una especial señal, de lo que debo hacer ¡OH hermosa madre perdida¡ Silver sorgo me prodigo para el invierno, ¡largo será este glacial sentimiento! Que tiende a petrificar lo peor de mí, cuadricula, burocratiza el sentir, maquina absurda, donde se le practica una lobotomía al fausto.

Cuando el acero sea el respiro de monstruos obcecados, la verdad navegara extasiada por primera vez, en la sangre de los inocentes, décadas, siglos, toda la fuerza de la maquina histórica se vuelcan hacia mí.

Todos extraños, nuestros trabajos, con gente que no extrañas, expresiones bloqueadas e indescifrables, tanto, que no te identificas, solo cuando estas cayendo bajo y de rodillas ya no puedes hacer mucho.

Te vuelves... y ves al loco, ese que ya no quiere ser objeto, ese que se indispone con la mínima injusticia, hará lo suyo con su cañón del futuro.

Tal vez las condiciones nos arrebaten las pasiones, de libertarias noches, pero la sangre que hoy clamo, derramada por mis hermanos terminara ahogando esta ciudad evaporada.
Ayer mi corazón ha emitido latidos libertarios, ha justificado las luchas justas de todos los pueblos, el viento se ha llevado lo que ayer fluía espontáneo, hoy ante nuestros ojos todo se cristaliza, se desvanece, pero seguiré buscando la quimera que nos revelara, la cura, la aspirina que quitara todos los dolores de cabeza. ; una aspirina grande como el sol una llamada comunismo.