Le Cuento Doctor...

No entiendo ni porque solo escucho
el roce la pluma con mis pensamientos,
pensamientos que no saben que han perdido el rumbo,
el rumbo que guarde en una promesa
de seguir en aquellos momentos.

Momentos que lloraba sin motivo,
motivos que crean lo que escribo
y escribo para los que se sienten como un viejo recién nacido,
nacido de la terapia de cambiar zapatos viejos por químico,
del químico que se ha llevado la consciencia cuando esta dolido.

Le doy vueltas a mi cabeza
cuidando dejar el eco
del yo que vive en la pobreza
y del yo que de inconsciencia es rico.
Una sonrisa forzada es la respuesta
a la sombra en la pared que dice que soy patético.

Tirado y triste
porque ya no hay filo en la hojilla de la navaja,
no puedo desahogar cuando partiste,
no esta abierta la licorería, tampoco la farmacia.

Me queda solo la voz gastada por tanto fumar
y un par de lagrimas para cuando ya no aguante mas,
ni siquiera queda la esperanza de mañana no despertar
porque la jeringa en las venas se encargara de no cerrar...los,
y pensar en el primer beso y mi lengua tus labios rozarlos.

Parezco muerto por estar casi en los huesos,
sera que soy un fantasma o ni siquiera llego a eso.
Sabe ácida mi saliva,
sera que cuando esta con la tuya se vuelve una sustancia nociva,
o sera que mentí tanto que mi lengua ya no esta viva.

Perdona amiga si te oculto esta parte
pero se que la verdad ha de dolerte
hasta matarte
y dejarte como antes,
con una pistola cargada y un suspiro al colgarte.