Le dio la espalda al sol

Le dio la espalda al sol,
la sombra era su amante,
arco iris huertano sin color,
con sus huellas borro la sonrisa
y respiro, solo su dolor,
tanto, que le afixia su angustia,
que despidió, su corazón.
Se cerraron sus ojos,
ya todo esta demasiado oscuro,
como la estela del cuervo,
sigiloso, como el breve susurro
que se pierde en la negra niebla,
consciente que se perdió el futuro,
entre opacas y burlescas nubes,
que dejan sin sonido al murmullo.
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