LecciÓn

LECCIÓN

No supe lo que decir
Ni encontré respuesta alguna
Al milagro de vivir
Sin cobijo de una luna
Ni el consuelo de sentir
Por las venas la fortuna
De ser dichoso y reír.
Aquel rostro demudado
Habitante de otro mundo
Tenía el corazón anclado
De la pena en lo profundo
Como si un dios iracundo
Lo hubiera desheredado.
No supe lo que decir:
Las palabras no salían
Y los gestos no servían
Para expresar el sentir
Y las penas que nacían
Invitando a dimitir
De tanto mensaje hueco:
Me oculté en un recoveco
Y ya no quise salir
De aquel negro laberinto,
Donde pude colegir
Que es diferente, distinto,
Lo que dice la razón
Y lo que dice el instinto
Cuando están en situación
De enfrentarse a la ocasión
De quedarse, quieto, extinto,
O dejar al corazón
Seguir latiendo incesante
Y continuar adelante
Aunque no haya salvación.
También aprendí a apreciar
De aquello que fui testigo
Que una cosa es predicar
Y otra distinta dar trigo.
Y desde aquel mismo instante
Supe que a la verborrea,
Excesiva y redundante,
Se la lleva la marea.