Lejos de mi

Lejos de mi, de los ojos que solían verte, de los labios que podían besarte.
Estas allá en la oscuridad donde no puedo verte, en la claridad que me obnubila siempre.
Estas tan alejada que ni mi voz suele llegarte, ni mis manos, imaginado yo tu rostro, podrían tocarte.

Lejos de mi, en el absurdo de la distancia, en el desenfreno del viaje, en tu solitaria travesía.
Estas alejada de mi, sin destino verdadero, buscando huir siempre, lejos de mi cercana compañía.
Fuera del tiempo y del espacio en que solías acercarte a mi, a la expectativa de una mirada que no llegara.

Lejos de mi, así te encuentras, en el sur, en el círculo de las desgracias, en el volcánico frío de las noches.
Lejos de mi, de mi amor constante, de las caricias perennes, de las noches eternas, de los ruidos sublimes.
Lejos te siento, como si de perder la vida se tratase, como si el alma de mi huyera. Lejos de mi, en la piel de otro.

Lejos estas y cuan cerca estas, en esta dualidad de amarte y odiarte sin pretexto alguno.
Lejos de quien te ama. De quien, ni un día se ha podido, imaginar sin ti.