Leña húmeda en invierno

Si descubriéramos que también hay cigüeñas suicidas
puede que todo se nos antojara mucho más sencillo
y viéramos que cuando el sol brama en exceso
si somos nieve preferimos derretirnos y partir.
Volteamos las campanas llamando a drama
cuando deberíamos pasear entre naranjos
con la gorra bien calada en el pensamiento
de lo que fue y se abstuvo de seguir siendo.
Las decisiones ajenas son velas que no encendemos
por más que hagamos lutos blasfemando
o reguemos el camino de lágrimas sinceras
que por no valer son leña húmeda en invierno.
La rabia puede ser un manto que nos escueza
más allá de lo previsto en la cámara acorazada
en la que diseñábamos parábolas infantiles
que pretendían circular un círculo uniforme.
No somos quién para desear tiempos espaciados
ni para hacer recta la huella de la culebra
si ni tan siquiera podemos saber
en que pijama nos vendrá el sueño.

 

Me provocan muxo tus letras.
Las leo con sentido...las leo hasta que hacen sus caminos, hasta q esa sensacion es mejor silencio.

saludos.

 

Un poema genial...
tienes mucha razón, a veces las lágrimas no sirven.

Las decisiones ajenas son velas que no encendemos
por más que hagamos lutos blasfemando
o reguemos el camino de lágrimas sinceras
que por no valer son leña húmeda en invierno.

 

Gracias, Sheila, por entenderlo así.

Mil besos

 

Gracias, amigo Zero, por esas palabras tan agradables.

Abrazos sinceros.

 

me agrada la manera en que expresas e hilas las ideas, tu mensaje, la estructura y la cadencia de tus letras, un placer Javier. Saludos.

 

Gracias, GarniK, por tu comentario .

Abrazos

 

Tantas veces nos sentimos tan impotentes ante la vida, leña húmeda en invierno...Me encantó tu poema, Javier. Un abrazo.

 

Gracias, Mariam, por tu visita y apreciación.

Mis besos

 

Genial simbología y figuras. Mis felicitaciones

 

Muchas gracias, Ross.

Un abrazo

 

Interesantes imagenes saltean entre los versos.

Gracias Javier por compartirlos.

Saludos.

 

Gracias, Cesar, por apreciarlo.

Un abrazo