Leyenda de la misteriosa y bella sirena de ojo de agua [ Orizaba, Veracruz]]

Hoy les voy a relatar una leyenda muy antigua perteneciente a un bello lugar situado en Orizaba Veracruz.

Sus habitantes cuentan una oscura leyenda referente a un demonio que toma la forma de una bella sirena que habita las aguas de una idílica laguna llamada ojo de agua, que embruja con su belleza y cantos a todo el que pasa por el lugar. Este ser aparece en un día concreto, el 24 de junio en la madrugada.

Cuenta la leyenda que hace muchos años, Pedro un lugareño que vivía en una granja cerca a esta laguna se disponía a llevar como cada mes sus hortalizas y demás, para venderlos en el pueblo cercano. Como de costumbre cargo su carro y se dispuso para el viaje. El día había amanecido nublado y amenazaba tormenta.

Una neblina espesa y blanca se levantaba de la tierra envolviendo todo el paisaje. Pedro circulaba con cuidado por el terroso camino para evitar cualquier accidente. De pronto le pareció escuchar un bello canto. Sonaba como el canto de una en la bóveda de la iglesia.

Aquella melodía tan hermosa se introducía poco a poco por sus oídos como si se tratara de un agradable borrachera,

hasta hechizarle totalmente. Detuvo el carro para poder escuchar mejor aquella voz

y sin poderlo remediar se apeó y siguió la dirección del sonido.

Fue atravesando matorrales y pedrascales hasta llegar a una bella laguna. Misteriosamente y a pesar de la espesa niebla que cubría todo el paraje las aguas aparecían resplandecientes, como si un rayo de sol las iluminara. En el centro una bella mujer de cabellos rubios, que caían sobre sus senos cubiertos por plantas mucosas y pequeñas partículas de madera, se alzaba sobre las aguas, emergiendo su torso de piel blanca y nacarado. Sus labios rojos y aterciopelados como la rosa más bella y sus ojos de cielo embrujada ante su contemplación.

Pedro no podía moverse, se había quedado petrificado por la bella visión. Ella fue nadando con lentitud envuelta en los círculos de agua hasta la orilla, donde pedro permanecía con los ojos muy abiertos y una expresión de asombro en el rostro. Al fin cuando estuvo cerca del hombre el maravilloso ser todo luz y belleza dejó oír aquella voz maravillosa y hechizadora:
Te conozco Pedro y se de tu vida y de tus amarguras. Sé de tu trabajo y de lo poco que te ha dado la vida, por tanto que tu has dado siempre. Pedro no podía entender como aquel bello ser podía saber tanto de su vida y al fin saliendo de su petrificación preguntó:
¿ Cómo sabes tanto de mí, acaso eres un ángel?
Ella le sonrío como una dulzura indescriptible;
S soy más que eso.
Soy parte de tu alma. Soy el Dios único y omnipotente que cambiará tu vida y le dará la felicidad total.

El hombre sentía una gran emoción en el pecho. Tanto que por sus morenas mejillas empezaron a resbalar gruesas lágrimas.
Ella prosiguió hablando con la tristeza reflejada en los hermosos ojos del cielo:
Pero querido Pedro tengo que pedirte algo muy importante para que se cumpla toda la maravilla y fortuna que te tengo reservada. Necesito que me cargues sobre tus hombros, ya que no dispongo de piernas y he de volver a recuperarlas, para tener de nuevo todo
mi poder. Un ser malvado me transformo en esta sirena que estás viendo. Necesito que me cargues sobre tus hombros y lleves hasta la iglesia situada justo al lado del cementerio. Cárgame sobre tus hombros y no mires a ninguna parte durante el trayecto ni voltees su cabeza para mirarme.

pedro accedió y pudo comprobar que el maravilloso y resplandeciente ser apenas pesaba.
Así anduvo durante un buen trecho.

Pero la curiosidad pudo más que él y en un momento dado giró la cabeza hacia atrás y comprobó con horror que el maravilloso ser era un terrible monstruo y entonces la melodiosa voz se transformó en un susurro infernal, que sacudió todo su cuerpo, el cual no podía soportar el enorme peso de aquel ser grotesco y deforme.
Has incumplido su promesa pedro y pagarás por ello.
No te debiste mirarme nunca. No debiste girar la cabeza.

Pedro se deshizo como pudo de aquella terrible carga y huyó despavorido.
Al llegar al pueblo su mirada está docente y su boca balbuceaba unas palabras inteligibles.

Por muchos años fue dado por loco y fue internado en un manicomio del lugar.
Al cabo del tiempo y creyendo que ya se había recuperado fue dado de alta. Lo primero que hizo fue ir el primer 24 de junio a Ojo de Agua y esperar a la sirena demoníaca para acabar con ella.

La niebla era espesa, como si pudiera cortarse con un afilado cuchillo.

Pedro agazapado detrás de unas plantas cercanas esperaba impaciente la llegada del ser.
Al cabo de unas horas apareció entre las burbujas y ondas de agua, en el centro de la laguna y pedro cargó su escopeta para llevar a cabo su cometido. Pero la bala en vez de ir hacia el ser rebotó en el aire. Era como si una pantalla invisible e imposible de atravesar se hubiera formado entre la laguna y Pedro y de esta forma la bala se incrustó en el desdichado pedro que murió al instante.
Nadie se atreve a pasar por la laguna ojo de agua el 24 de junio por la madrugada y te aconsejo que nunca lo hagas.
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