Leyenda de la niÑa de vestido blanco

Niña de vestido blanco olvidada yaces en el llano;
tu rímel esta caído, tus labios trizados;
un ángel viejo, olvidado, pareces en el armario;
tus lágrimas negras gotas de veneno.
Señorita muerta caminas en los recuerdos,
amiga de la llorona, fiel compañera de tragos;
te gusta azotarte con música de la chávela,
mientras recuerdas roces de manos.
Niña de vestido blanco quisieras ser humo de cigarro

Y creerte es mentira e ignorante una tontería,
solo con verte acostada hubiese querido una plegaria haberte dado;
sigues viva en la leyenda como muerta que no amado,
pudiste haber gritado o un llanto igualado
pero preferiste ser la niña del viejo árbol;
ebria quieres vivir, drogada es tu existir.
¿Como haces para elevarte?,
¿dime que has hecho con mi amante?.

La moral te descomulgo y los buenos valores se avergüenzan;
como borracha te has decidido botada en el olvido,
miras bebes y a tu vientre seco lo golpeas;
tan angustiosa es la no vida, tan miserable te ves,
pero tu niña una lagrima nunca has tenido.

A veces cantando encima del árbol
frases tan desvariadas que la sabiduría se queda pasmada:
"Madre matarte quisiera pero muerta nunca te viera…",
murmuras en cantos llenos de alegría ,
miedo te tienen, tu historia es fría.

Niña de blanco me has olvidado;
con botella, tu vida es ahora cuentos para niños malos;
viejos estamos y culpa mía es tu infierno largo.