Libertad enfurecida

Mi arrogancia reluce en su plenitud
Ruge el Tigre de Malasia de verdad
Ingente coraje que cubre su ineptitud
Bañado en haz de luz de un manantial
salero andaluz sin laúd ni guitarra
rajose la garganta con su cimitarra
buscose la manera de cortar de raíz
su vida fue alud por el eco de su desliz
cuídate en fortuna maldito felino
el peligro asoma por la cuerda del destino
ritmo paulatino de un enemigo etéreo
elimina el campo férreo que impide tu camino
soy esa perla negra escondida en el desván
la costilla de Adán amputada en el Edén
el vaivén de una veleta en lo alto del andén
un ciego que se ve bajo el ojo del Huracán
llueve ácido tras el paso de las mariposas
las consecuencias son la sombra del que anda
los golpes son fantasmas que el miedo manda
pero el antídoto supone servir tu alma en prosa
o versos obesos para nutrir al muerto
un puerto de sentidos de otro universo
la letra se codicia a base de esfuerzo
como la pedofilia en la parroquia de San Marcos
la masa quiere a mi musa mas la protejo
corteja la corteza y abrirás el tronco
la savia de encina no es fuente de consejo
el viento de otoño es frío cruel y ronco
sus hojas cicatrizadas narran el espanto
temiendo otro invierno, un nuevo infierno
fiarnos del verano es un error horrendo
pero el valor interno consigue refugiarnos
como la lluvia al náufrago sediento
te anhelo primavera de la libertad
guárdote en jaula para acaparar la paz
abandonando odio y tedio en un trago fugaz
juglar mudo desentendido de la voluntad
Acábose mi vómito pues vuelvo a tener hambre
Indómito es el monstruo que habita mi carne
Sigo en coma ¿Me ayudas a despertarme?
Esta pesadilla es un castigo sempiterno

 

Tus palabras son un ensayo de Justicia aplicada, que se convertirá en atletismo.
Porque si no, estarás siempre dentro de tu casita.
Escribiendo poemitas, al parecer, maravillosos.

 

No sé cómo sonará desde fuera la verdad, estando en exámenes uno reflexiona de más sobre lo que le rodea. Todas las sensaciones se convierten en una y normalmente un día a la semana dedico a quejarme de lo que no me gusta alrededor. Me cuesta escribir sobre lo bonito porque me esmero más en disfrutarlo que en plasmarlo y el día de vómito escupo lo que me aflige de la vida. Considero más placentero lo melancólico que lo romántico en esos momentos.

 

¡ Bien explicado ! Sí, te pondría un Notable. Un ocho. Pero no soy tu profesor, afortunadamente.
Tú lo eres. Porque si quieres aprender, enseña. Como decía Cicerón.