Libertad

Libertad

Esta es la libertad que me esclaviza,
según mi antojo, a todo cuanto quiera,
que al maquillar mi error me tranquiliza
tras el vago eufemismo que no altera.

Libertad que me obliga y paraliza
de andar contracorriente, de manera
que la senda me allana y me suaviza,
y me evita escalar la verdadera.

Libertad de las masas que obedecen
a los vientos que soplan, los correctos,
con su vaivén de un día y otro día.

Son tantas libertades que parecen
dictarlas mis pecados y defectos
de no hacer, libre al fin, lo que debía.

 

Excelente soneto nos dejas Salvador, y me complace ser el primero en comentar, ya que al parecer aquí es mucho más importante hablar del las copas conseguidas, alabarse a uno mismo, piquetear un me gusta, volver a pedir que te cliquen de nuevo para estar arriba, etc etce.
Esa libertad que expresas en tu reflexivo soneto es la que se nos impone.
Un abrazo

 

Salvador, me ha encantado tu soneto, recuerdo que mi padre me dijo, Hija Tu libertad termina cuando empieza la del otro.
Gracias por compartir tu talento.- Un abrazo.-

 

Estimado Salvador, en ocasiones nos hacemos esclavo de nuestra propia libertad.
Me ha gustado mucho su magnífico soneto.
Lo felicito y lo admiro
MANUEL

 

Siempre me alegran tus reentradas, Salvador.
Es como que apaciguaras un tanto los ánimos, no sé, me da esa sensación.
Ahora veo que la libertad que nos traes, es por el lastre que dejas atrás, al desprenderte de las medallas, pues siempre te he visto tan cargado de ellas, que apenas te dejaban moverte; creo que ahora cambiará la historia, o eso espero.
En realidad, sobre la libertad, lo único que podemos hacer los que escribimos, es soñar. Le han puesto tantas caras a esa libertad, que uno da por buena ya cualquier cosa.
Permíteme acompañarte, eso sí, con algo más discreto; digamos... un catavinos virtual.
¡Va por ti!

“Quimera”

Soñaba que eras mía y te perdí,
doné tus margaritas a los cerdos;
devoto del romántico sentí
que altares no tendrían mis recuerdos.

Mutaron tantos dioses por demonios,
que vanas resultaron las plegarias;
no hablaban ya de amor los San Antonios,
se hicieron guillotina de los parias.

Cegado por Cupido con su gesta,
bastones de pastor le puse al lobo;
“su boca bien sabía de ansiedad.”

Tu imagen, de mis sueños fue depuesta,
no habrá que desatar ningún estrobo,
pues nunca fuiste mía, Libertad.
~~
​

¡Viva el vino, y...! viva el vino.

Abrazos.

 

Excelente mensaje le dejaste, me quedo con el último verso, un abrazo

 

Maravilloso, Salvador !!! Un lujo leerte.
Fuerte abrazo.

 

Libertad traidora... y hay tantas libertades.
Es un placer pasar y degustar este soneto desde el propio presidio; eso sí, llevadero.
Un abrazo, Salvador.

 

Sal que bueno verte de nuevo por aquí, un maravilloso soneto nos
compartes, con un tema ciertamente profundo. Es tan difícil la
consecución de este derecho tan elemental y tan necesario!! Que
alegría acompañar tus hermosos versos, gracias por traerlos aquí.
Besitos apretados en tus mejillas.

 

Muchas gracias Pepe. Vengo a contestar con retraso tu amable comentario. Celebro que esta propuesta mía sea de tu agrado.
Con un fuerte abrazo.
Salvador.

 

Muchas gracias, querida Catia, por estas consideraciones para con mis letras.
Un abrazo fraternal y afectuoso.
Salvador.

 

Querido Salvador, me alegra verte de nuevo en plena inspiración y con tu libertad a cuestas, que aún no sé si es una felicidad o un lastre. Después de leer un par de veces tu precioso soneto no me acaba de quedar claro. Me hiciste reflexionar.
Un abrazo grande.

 

Mil gracias, querida amiga por este comentario a estas letras mías. Verás muchas son las libertades que se ha inventado a lo largo de la historia por quienes nos administran cuando la libertad, a mi entender, es una solo, precisamente la de hacer lo que se debe porque se quiere; los que nos rigen serán mejores, sin duda, si facilitan ese derecho individual. Y es que cuántas veces la libertad se ha visto cercenada por estos que promoviendo falsas libertades, siegan este derecho fundamental de ser libre para cumplir con el deber. Cuántas leyes también para ahogar este derecho. A eso me refería en estas letras mías, querida Eratalia.
Muchas gracias, de nuevo. Con un abrazo fuerte y fraterno.
Salvador.

 

Esperemos que esta libertad no sea obligatoria por mucho tiempo y podamos vivir con la nuestra, buen soneto poeta Salvador.- Abrazo.
Miguel.

 

Excelente entrega poética. Un auténtico lujo de lectura.
Aplausos.

 

Parece increible que la libertad en ocasiones nos ata, pero llega a suceder. Tú lo has expuesto con gran categoría poética. Saludos, Rosendo.