Lilia

La mirada brillante llena de flores altiva y tímida,
Aquella que de una saeta profana mi cuerpo y lo paraliza.
El sol que se alza de su faz pregonando su belleza decidida,
El trigo como su cabello que mi mente actualiza.

Anda su cuerpo con soltura con la ligeres del viento
Y con el donaire que le da su precisa figura,
Adornada de jazmines y laureles pasa, yo la siento.
Tan cerca y tan bella como suave calor que perdura.

Luz que aqueja mi oscuridad sombría negada al día,
Calor con el que cuaja hirviente mi sangre através de mis congestionadas venas.
Todo lo existente en alguien la misma vida.
El díos y mi fe por mí encontrada apenas.

Estrella de la noche, brillante que aqueja a todos los astros,
Envidia del cielo en primavera y de las noches mas claras,
Pináculo de la belleza ante mis ojos.
Deseo de mis retraídas manos perdidas y raras.

Toca el viento tu rostro de finura exquisita secando tus labios,
Los míos ávidos de volver a mojar los tuyos.
El sol que miro por tus ojos aprisiona mis años,
Juventud que dejo en sus manos y en los años suyos.

Mas me gustas cuando pasan días y no te avisto,
Redescubro siempre el brillo del sol saliendo por la mañana de mi sueño.
Pasan meses sin avistarte y mas te amo mas que todo ayer persisto,
No te veo y mi corazón lleno de ti pide su único dueño.

¡ OH aquella tarde primera que mis ojos te tocaron y los tuyos
descubrieron los míos descubriéndote a cada centímetro de tu cuerpo.
tarde que me viste y sentiste mi intención.
¡ OH aquellos días añorados en que nos descubríamos mirándonos para hacernos creer el uno a otro que no pasaba nada,
¡ OH aquellas entrañables ocasiones en que te nos sentíamos cerca hablándonos sin pronunciar palabra alguna, solo nuestras tímidas miradas parlantes.

Ya las lluvias inundan las atmósferas citadinas,
Ya pasan seis meses desde aquel mes de fiesta y ultimo del año,
Ya mi corazón te necesita mas que siempre y que mañana,
Ya mis ojos tiemblan de no encontrar tu silueta.
Ya mis mañanas amanecen con tu nombre en mis labios.