Limonada.

Montaña de recuerdos.
Pasiones desatadas.
Gentío navideño.
Todos engalanados.


Triunfo sospechoso.


La nada es la nada.
Sin vuelta de hoja.
Sin letra pequeña.
Tan sólo un contrato.


Universo, paloma y encina. Dios está en todas partes. Incluso en la brizna de hierba.


Sabor a ti. Y luego, sabor a mierda.
Olor a incienso.
Existo y pienso.
¿ Teléfono erótico ?


¿ Y esas promesas ? ¿ Y el reinado ? ¿ Y la corona ? De espinas, por supuesto.


La nada es la nada.
Que me quiten lo bailado.
No son capaces, porque me he divertido.
Aves rapaces que empollan sus huevos, en sus nidos.


Hasta las cimas de los montes, han subido.


¿ Qué es de tu vida ?
La vida sigue, y es muy grande.
Una energía que llegó a nivel máximo.
¿ La disfrutaste ? ¿ Exprimiste la media naranja ? ¿ Tenías limones ? ¿ Amargura y acidez ?


Todo ha terminado. Y acaba así: Nada de nada. Limonada.

 

Lo he disfrutado si, cada minuto, cada instante, aún en los momentos grises,
siempre lo disfruto, amo tan to a la vida como a la poesía. Saludos, DE PAZ.

 

Ésa era mi intención.
Has captado.
Tienes mucha intuición.