Litigio etérico

Incinerando esencias sobre rocas santas, aguas apacibles bañando el esplendor de la cristalera álmica.Un artificio cabalístico y sempiterno para ambientar el templo inmortal y sacro. Umbríos e insípidos rostros castos adornando la parafernalia eclesiástica de la colegiata.


De morado excéntrico y parroquial, los lienzos se extendían por sobre los altarejos, alzados en el santo y central presbiterio. En peregrinaje a través del lumbre; las ofrendas de hueso y ánima fornicaban en conjunción con las peanas, desgastadas por el exilio eremítico.


Un orfeón etérico se columpiaba entre el tejido de los bastiones, que cubiertos por un manto de greda astral y perenne, ostentaban la más inerte solemnidad ancestral. Las retumbantes partituras del tuberculoso órgano, dilapidando incluso a la propia conciencia primera.


Con turbación, deslizándose sobre un marco pulcro de madera desgastada en mugre, un espectro ingresa hacia el interior de la edificación; aguardando lúgubre, el postrero juicio último.


Impolutas damas y mártires serían refrendarios ante la ansiada amnistía, la cuál se escurría, entre el sudor pútrido de la psique en pena a juzgar.


Mediante el escorbuto de tres cimbalillos en antagonía cardinal, el litigio comenzaba su esplendor. Yacía enfática, aquella conciencia energética condenada; sin silla ni nada, postrada frente al tribunal de arbórea sequedad. Psiquis dispuesta a no luchar y el absurdo tragar, para complacer al falo impersonal, de la religiosidad.


Sentencia a arder, más al abismo caer, condenado espíritu del placer, por haber poseído a las féminas del hombre, y hacer a las membranas perecer. Apotegma del señor ante el pecado, ahora el ser gritaría desdichado, en el más profundo y grotesco averno, incinerado.


Pero un ínclito quid olvidaba la gentuza desgraciada: en el plano post mortem todos habitaban, ya que ninguna deidad agraciada, permitiría un juicio por ocio, a través de putrefactas entidades del odio.
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Negaraliss

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Disculpe mi ignorancia maestro pero no entendi nada,
Creo que me tomaria tiempo decifrar todas esas grandes palabras.
Esa pintura con exceso de tantos colores,
Pero creo que me quedo con los bosquejos de Botticelli.
Espero y no se moleste.

Saludos de un Viejo decrepito.