Llamado de la selva

Jardín surrealista de Edward James en San Luis Potosí (Imagen sólo ilustrativa)


“El aire está lleno de nuestros gritos.
Pero la costumbre ensordece”.
Samuel Beckett, en Esperando a Godot


El silencio es tu nuevo reino,
el ruido es ajeno.
Tus gritos en la ciudad
no se perciben como en la selva.
La desesperación confundida en el gentío,
en los umbrales de los miedos
el rostro desencajado
y la cruz de seres endebles de la noche.

La estridencia de los golpes
y el aire en complot
conjeturan un infierno musical.
Silba la atmósfera de guerra
que intuyo suspendida y gris
sobre el pensamiento.

Hay una composición salvaje
en el equilibrio de la selva,
en la selva percibo la distancia
del aliento de los depredadores,
el calor del cuerpo, el resoplido,
los saltos de la muerte persiguiéndome.
En cambio en la ciudad
mi voz desgarrada muestra mi herida
y la derrota acribillada.
Me siento incapaz de distinguir
presa y depredador.

Pierdo las escasas certezas esculpidas,
¿cuál es la verdadera jungla?

©JoséLuisGalarza

 

La verdadera jungla es aquella más salvaje. Algo bastante ambiguo.
Un abrazo, José Luis.

 

Es ambiguo, cierto, pero hay un estado de exaltación que animaliza la perspectiva. Un abrazo Sergio. Que andes bien.