Llegad a mi sueño, para no despertarte jamás

Llegad a mi sueño para no despertarte jamás
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Navegante de mi sueño
me provocas, me incitas, me aturdes
al soñarte, tiemblo en emociones
temblor extraño que brota al abrazarte, al olerte
temblor extraño cual olas arremolinando la marea
temblor extraño que vertéis en mi, emociones que la razón no explica.
Y en ese destelle vibrante de emociones
se retratan mis ansías contenidas.
¡Oh, vibrante sueño! ¡Oh, erótica locura!
que mis palabras no te sonrojen ese tu inefable rostro, encanto mío.
¡Oh, júbilo exaltado!
Evocaré ese momento, esas caricias,
partitura carnal, pentagrama prohibido.
Evocaré tus curvas, tus mieles, esas que me embriagan
con el elixir de tu olor.
Enjambres de besos, pasión y lujuria llamean ardientes en el acto
baja el telón, y tú, radiante, de belleza sideral,
Diosa del Olimpo, melódica figura de ensueño.
¡Cómo no soñarte! sí eres poesía, lirio y azucena.
¡Cómo no soñarte! sí eres sol y luna de insólita belleza.
Llegad a mi sueño, para no despertar de ti jamás.
¡Cómo no soñarte, cómo no soñarte!​