Llegas 20 años tarde

Llegas 20 años tarde
siempre me pregunto cómo una niña que era tan apegada a su madre,
hoy con 20 años preferiría ni verla.

Nunca me he sentido acompañada por ti,
quizás cuando era pequeña sí porque me tenías que cuidar.
A los 7 años recuerdo ser muy independiente,
no tener la necesidad de llamarte cuando me iba fuera durante días,
no tenía la necesidad de echarte de menos.

Nunca di importancia a eso.
Luego fui creciendo
y empeoró.

Mis mejores amigas durante años, lo dejaron de ser
y nunca lo conté.
Hablamos de una niña de 12 años
la cual se queda sola
la cual durante un periodo, se burlan de ella.

Y todo en silencio.
Nunca notaste nada.
Nunca preguntaste nada.
Estuve todo un verano con pesadillas.

Desde primero de la E.S.O recuerdo que nuca me apoyasteis cuando sacaba malas notas
al revés,
recuerdo la frase mítica de: "tú no sirves para estudiar, será mejor que te dediques a limpiar casas".
Esa frase me acompañó demasiados años.

Fui creciendo y de todos los problemas salía sola.
En segundo de bachiller me enamoré por primera vez
por suerte o por desgracia me enamoré de una mujer,
Sabía que no lo aprobabais.
No os lo dije,
pero se me notaba.
"Te estás dejando manipular, te estás yendo por el mal camino, tú no eras así antes.
(Y tú que coño sabes acerca de cómo yo era).

Miles de malos comentarios de mi madre en torno a la homosexualidad
intentando descubrir algo, pero teniendo miedo de la respuesta,
porque nunca te sentaste y me preguntaste.

Primer año de universidad, supongo que nadie apostaba por mí,
intentas descubrir algo de mi vida porque llevo 20 años en silencio,
me reprochas no contarte nada.
Pero si no me escuchas, no te gusta mi carrera, no te interesa lo que hago.
No has mostrado interés por mí nunca
O al menos esa es mi sensación.
¿Y es ahora cuando intentas preguntarme algo?

Prefiero que hagas como papá y sigas sin interesarte por mí,
excepto para machacarme por si apruebo estadística y anatomía.

Llegas 20 años tarde,
llegas 20 años sin pronunciar un te quiero.

 

Hola Ire

En la página he leído poemas muy dulces dedicados a la madres, creo que faltaba uno como el tuyo; duro, agresivo y que lance su verdad sin reservas. La verdad me gusto por esto último, lo sentí muy honesto.

 

¡Ay Ire! que me has arrugado el corazón, es otra cara de la moneda, realidades que son mas comunes de lo que podemos imaginar.
Este poema me guiñaba el ojo desde ayer, sin leerlo solo por el titulo, ahora ya veo las razones, es una buena catarsis, bendita capacidad para superarte en medio de los tropiezos. Quizás en la apertura del espíritu exista la posibilidad de un verdadero encuentro y en el un ¡TE QUIERO!
Recibe mi fraternal saludo.

 

Muchas gracias, aunque haya pasado ya un tiempo

 

Muchas gracias, aunque haya pasado ya un tiempo