Llegó el calor...

Llegó el calor
y callan las cigarras
hoy asustadas.

Se mira al cielo
en busca de las nubes
que no aparecen.

Se quiere el aire,
la brisa y el nordeste
de otros veranos.

Pero no hay viento
y el sol sigue su abrazo
con mucha fuerza.

Labios que gimen,
que rezan y susurran
una oración.

Piden al cielo
la brisa de otros días
por caridad.

Labios sedientos,
nerviosos y agrietados
de las personas.

Es algo raro
sufrir estos calores
en tantos días.

Pero la vida
se altera con los cambios
climatológicos.

Llegó el calor
y habrá que soportarlo,
¡no queda otra!

Rafael Sánchez Ortega ©
14/07/22​

 

Y qué te digo por acá del frío.
Un abrazo, Rafael.

 

Podíamos compartir un poco, Good.
Un abrazo y gracias.

 

PICK05 buenos días. Un saludo fraterno desde Bogotá. Una mañana radiante y fresca. Al leer su poema, llegan a mi mente las imágenes de los informes que llegan de España y Portugal. Temerario y asombroso, lo que sucede en el mundo. El cambio climático está presente, no hubo que esperar muchos años para que se manifestara. Aquí, llueve mucho por este tiempo, que debía ser seco, acarrea tragedias, opuestas a las que se suscitan en Europa. La incertidumbre de la mirada: Qué planeta heredarán nuestros hijos? o ¿Qué clase de hijos, como hombres, estamos heredando a nuestra tierra? Cuídense.

 

Gracias por su visita y comentario Miriam. Nada que añadir sobre sus palabras. Pienso que el mundo, desde su creación, está en una evolución y cambio climático constante. No tenemos más que repasar la historia. En mi tierra vivieron bisontes y Mamut, hace miles de años, igual que en el norte de áfrica. Hoy, todo ha cambiado, pero no de la noche a la mañana. Supongo que es el cambio evolutivo que da origen y fin a la vida, pero es un pensamiento personal, no científico.
Un abrazo y gracias.