Lo clásico

Cuanto cuesta la sal,
si no hay sabor en la vida,
porque sin mi hermanos,
la veo mas marchita,
ángeles bajen todos sin rato
de descanso,
vuelen hacia este lugar,
abran el cielo,
y no se oculten tan rápido,
pues lo que vean
no los va a matar...


Corre el río sin agua,
bajo sus piernas,
se divisan camino
hacía la estrecha madre selva,
y nada impide que no llueva,
ni su mirar,
ni su llanto,
bendito ruido
el que me porta tanto
hacia el cielo,
pues lector no sabes ni un cuanto,
pero te desmayaras,
con tan solo adivinarlo...


Estas lineas tan imagintivas podrían ser,
pero el oro que me sacan del pecho,
de mi ya no puede ser,
ni el cobre
que lo regalan y no le meten maña,
a quien acusar
si no es a mis pobres ciudadanas...


Chanchamayo dame de comer un rato,
y aunque no pase por cajatambo,
tendré miedo
pues mis alas me las cortaron,
cuando cai sin cuidado
por el piso que nunca asfaltaron...


Así así,
que no coma piedra
que vuele el ave sin ninguna frontera,
y traiga esa palma,
que no la cocí yo!
porque no tenog ese don
no vez que se me sale la sin razón...


Veo agua,
veo agua,
y no es de lata eso que en tu cuello resalta,
se parece a la arena y que mas da si esta que quema,
pinta banderas
de latinoamerica,
mmm ja!
y que se vengan,
que crucen esta frontera...​