Lo nuestro

Girasoles encendidos, por alfombra

y en la mesa un intacto pan caliente,

horneado con la llama suficiente

del idílico soneto que te nombra.


Nuestra alcoba y su tálamo impaciente,

grata lira cual regazo de una sombra.

¿Es Orfeo?, no mi bien, tu amor asombra

pues con fe me rescató tu amor valiente.


En tus labios se deshace mi hemisferio,

tu fragancia en la órbita del brazo,

nuestros cuerpos despojados de criterio.


Tanto gozo sostendrá un dorado lazo

cuando vague el frío polvo del misterio,

vaciándose el amor de todo plazo.

 

Muchas gracias querida Marisol por tus alentadoras palabras, me honra que te haya gustado este sencillo soneto. A propósito, me encanta el Avatar circular de tu presentación personal, la imagen es tan delicada y plena de ensueño. Un galante y sentido abrazo

 

Es un poema precioso, el último terceto el que más me ha gustado, por decir alguno, ya que en realidad me ha encantado el soneto completo.
Felicidades por tu arte.
Saludos.

 

Gracias querida Eratalia, tus poesías son maravillosas y me honra que te hayas detenido a leer este soneto. Un abrazo muy cordial