Lo obtuve de ti. Soneto.

Obtuve mi camino en tu Camino

y al soco de sus lindes bendiciones;

divinas fueron tus contribuciones

al acto de intentar mejor destino.


Compaña fue tu fuego diamantino

salvándome de mis contradicciones;

humanas fueron mis cavilaciones

tratando de aclararme el desatino


que anima a perseguir tu voz amada,

la dulce sensación de tu presencia,

tu rostro amaneciendo mi mirada...


Obtuve mi verdad con tu existencia

-verídica, infinita y consumada-

garante del perdón de mi conciencia.

 

Simplemente maravilloso. Es un placer encontrar un soneto tan bello y reflexivo, a la vez tan contundente en las convicciones.
Todo un lujo de lectura.
Con mi admiración, recibe mi abrazo, querido Esteban.
Salvador.

 

Muchísimas gracias, Salvador, por tan amable comentario. Otro abrazo para ti.
Esteban.