Lo que tu me haces

No me entiendes ni me adoras,
ya no me amas ni me hablas,
simplemente me ignoras con tu ignorancia.

Me has dejado en velo,
clavado las espigas en mi pecho,
recuerdo las palabras y me muero.

Me haces mucho daño y no te das cuenta,
te piensas que eres el bueno, cuando no lo eres,
me tratas mal y no me lo quiero creer.

Llorar despierta a la luz de sol,
las lagrimas caen por mis mejillas,
cuando veo mi vida caer en el suelo llano.

Inexistente comunicación, casi me quedo sin habla,
sin vida sigo trepando por las paredes de mi cuarto,
contando las horas, los meses y en la mente delirando.

Escucho voces en mi cabeza recordando cosas,
me enferman como si tuviera fiebre,
la temperatura sube y baja como un remolino sin fin.

A tu antojo me dictas reglas,
me pides que ni opine cuando hablas,
que no dicte sentencia sobre tus actos idiotas.

Enamorada como el primer día me siento tonta,
por aguantarte y no darme cuenta,
me siento inofensiva al pensar perderte.

Te portas mal y aun así te amo,
te evades de mi y me dejas,
te alejas como el viento y me das quejas.

Como polvo en el aire siento tragar mierda,
tengo paciencia como nadie pero me condena la memoria,
la cabeza me destroza el pensamiento de tu cara.

No puedo estar sin ti,
intentarlo no quiero, aunque sé que me sentencia,
quiero que me esposes para ser tu prisionera.

Vivo en guerra gracias a ti,
me matas y me rompes los esquemas creados,
pierdes los papeles y me deshojas como una cebolla.

Quieres cambiarme y me exiges mucho,
pides demasiado cuando no das nada a cambio,
me exprimes como zumo de limón.

Tu no eres consiente de tirarme a la cuneta,
de estar tranquilo aun sabiendo que me muero,
que algún día terminare en el hospital porque me dará algo.

Los nervios llevo cuando me acuesto,
me levanto con ansiedad,
las venas me recorren con demasiada intensidad.

Parece que me mareo, pero estas ciego y no lo ves,
pido gritos salvación, se queda en el aire,
me ahogo y me asfixio sin tu cuerpo.

Nunca quieres hacer el amor,
no necesitas mis besos ni mi cuerpo,
ya no me quieres como antes.

Me llevas a un camino, al de la amargura,
me tienes como en la cárcel loca,
me siento robada por un ladrón de joyas.

Engañada, timada como muñeca de trapo,
me maltratas como si fuera un peluche,
te ríes y no arreglas nada.

No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes,
el dicho que nunca podrás decir,
porque jamás seria capaz de dejarte.

Me tiembla el cuerpo como vaivén,
he planificado mi futuro y mi vida contigo,
los fantasmas de la inseguridad vuelven a mi mente.

Miedo en mis sentimientos,
duele como navaja corta y hace daño,
sangra la herida de mi corazón que no se cura ni con esparadrapo.

Las vivencias me pesan me siento desgraciada,
poco agraciada con la autoestima muy baja,
me veo fea, necia por cegarme a lo absurdo.

Me asombras porque has cambiado,
eras diferente y mas atento,
me odias intuyo.

Demuestras tu estupidez dándome largas,
tu inmadurez de no cuidarme deja huella,
tu poca atención e importancia a la relación hace arder lo nuestro.

Has quemado todo,
no merezco mas desprecios,
deseo de nuevo que vuelvas a ser el de antes.

Pasare al recuerdo, a recordar momentos bellos,
donde éramos felices,
donde todo era ameno.

Me rompes las alas al intento,
me martirizas en la sombra del asiento,
quieres que me arda en fuego.

Te limpias la conciencia cuando sales,
para dejar atrás la mierda que me hechas,
pareces niño bueno cuando alguien se te acerca.

Te pones bello mas de lo que eres,
me hipnotizas, me seduces con tus ojos,
tu boca me tienta a morderla.

Eres mi pecado, mi gusto favorito,
mi adicción y mi vicio,
mi plato exquisito cremoso como crema.

Tu olor me enloquece hasta tal punto de seguirte,
de no poder dejar de tocarte,
me imagino todos los días como hacíamos el sexo.

Ninfómana por tu sexo hermoso,
tu desnudez me convierte en el animal mas feroz,
en la intimidad quisiera comerte de los pies a la cabeza.

Eres mi novio que quiero siempre tener,
mi marido con quien quiero vivir,
pero mi amigo nunca lo serás.

Me dejas en suspenso,
paralizada en el tiempo,
atrapada en tu amor como una leona.

Te deseo todas las noches,
anhelo lo que hacíamos,
como nos devorábamos con la luz prendida.

Solo sueño con ese momento,
cuando pasara este infierno,
me pregunto cuando brillara la estrella de mi felicidad.