Lo sabes

No vengo a descubrir
el hilo negro.
Lo sabes....
Es obvio.
Te quiero.
Pero no con la disoluta
afectividad del piropo
o el flirteo.
Te quiero
con una teoría
un poco menos predecible,
no se basa en alguna fuente
o estudiados sofismas,
no se trata de alguna ley
porque en este momento
por ley no existe.
Es más cosa de la intuición
surgida de un experimento:
Si pones de frente un reloj
que se mira en un espejo
puede que aprenda rápido
a contar las horas a la inversa
y quizá con esa inusitada maniobra
quiebre las leyes del tiempo
y físicamente desaparezcan las cosas
y pueda volver de nuevo
al único lugar donde no he vuelto.
Tus ojos.
La muerte del otoño.
Un beso.
Y una partícula que conozco
pero en la vida he visto
a manera de bolsón de higgs
o algo por el estilo
se desprenda de su ínfima materia
y crezca de esa ahora nada
un portal atemporal
donde si quiero
pueda volver
cuantas veces te necesite,
para tomar otro rayo de luz
abandonándome en tu pelo.
Seguramente ya antes esta idea
se te habrá ocurrido
y veas ese reloj
mirándose al espejo
en ese otro lugar
donde te encuentres
y al cual no he vuelto,
sepas que pienso en ti.
Lo sabes.
Es obvio.
Te quiero.

Sin Remitente

 

Bonito poema expresando la necesidad del encuentro, aunque sea basándose en ilusorias leyes de vida.

 

Muy bello poema de amor, original en su idea y enmarcado en una sensible y certera escritura. Un abrazo amigo sin remitente. Paco.