Los ángeles azulados

Estamos tristes por nuestro eterno lloro
Con la sangre herida de trinos despostillados.
cual alfileres imantados o cual esquirlas rugientes.

Observando tras la perspectiva de un vidrio azul
alimañas negras criamos en nuestros sesos
y el veneno apuramos para perder la conciencia
y su dolor libertino se engarfia en las entrañas.

Cuándo el manantial claro hemos de hallar
y la verdad de nuestros rostros conocer
Pues la garra cruel del tiempo es artificiosa
cuando nos encontramos delante de un espejo.

Entonces mil fuegos del metal de la conciencia
ascienden a la garganta como una rara fundición
el vacío ciega el alma sumiendola en un clima frío
donde el dolor es el plato favorito en la mesa.

Deambulamos descalzos con las túnicas percudidas
tiritando en el desasosiego sin hallar fogón
una voz abismada nos susurra su estancia
donde hemos de empezar nuevamente el viaje.

 

no se porque sentí a Vallejo volar entre los angeles. un placer leer su delicado poema
ius

 

me encantó...realmente muy bello.

A veces buscamos del alma un charco diáfano,
para observarnos el tiempo en los rostros desmedidos,
Pues no confiamos en aquel artificio báquico,
que esgrime vil la aberración de los espejos.
Estamos tristes
porque siempre estamos tristes.
pariendonos la cabeza contra los muros racionales,
en las noches que el cuchillo llama como un pórtico.

La verdad...esas partes son más que un placer leerlas...te transportan.
Es de esos que lees sólo puedes quedar en silencio.

 

Buenos versos. Gracias por compartirlos. Te comistes algunos acentos.
Abrazos
Chepeleón

 

Gracias por los comentarios y la recomendación, saludos a ustedes...